La sobreexplotación de afluentes y sobre todo de mantos freáticos están pasándole factura a la población en la zona centro, el socavón del río Atoyac no será el único porque en toda la zona centro hay un uso irracional de este recurso; cada vez los cuerpos de agua superficiales traen menos volumen lo que ya está afectando la actividad primaria, con ello, se pone en riesgo la seguridad alimentaria.
Emilio Zilli Debernardi, coordinador de la iniciativa ciudadana “Del Volcán al Mar”, y exvicerrector de la Universidad Veracruzana, expresó que los “signos de la naturaleza” se están haciendo presentes con más fuerza en la zona centro, en un solo día se puede pasar del frío al calor, de la seca a la lluvia, que tendrán repercusiones en el campo y en el abasto de agua a las poblaciones.
“Lo que paso en el río Atoyac, vimos un hundimiento que sin duda también es consecuencia del abuso del agua, de los mantos freáticos por lo que la tierra tiende a tener sus acomodos y después las graves consecuencias de tener río abajo, sin agua y que ello se vaya resolviendo parcialmente”, apuntó.
Dijo que como agrupación han decidido emprender una actividad que aunque es a largo plazo, porque así se da en las cuestiones ambientales que no se resuelven de la noche a la mañana y que además no pueden ser resueltas sólo por el Gobierno, sino con la participación ciudadana, buscan el dialogo “horizontal” entre la sociedad y las instancias correspondientes para resolver los problemas, atendiéndose desde la cuenca de Jamapa y no sólo desde un municipio.
“En la zona centro del estado de Veracruz y sobre todo aquí en Córdoba, pertenecemos a lo que es la cuenca del Jamapa, estamos asentados en la cuenca del Jamapa entre los ríos Jamapa y río Seco, Cotaxtla, Atoyac , a un lado está el río Metlac que pertenece a otra cuenca que es la del río Blanco, debemos trabajar desde ese ángulo, abarcando todo y no sólo un municipio”, explicó.
Manifestó que el tema de los ríos es “delicado” porque la sociedad civil y los Gobiernos los han usado como basureros, cuando en realidad se les debe dar el uso “sagrado” que tienen, que es el de transportar el agua que nace y que se conduce hacia el mar, a lo largo de ello se debe aprovechar su cauce para la alimentación humana, la fauna y la flora.
Sin embargo el uso excesivo por parte de la industria, de los pequeños productores pero también de la propia sociedad civil, ha convertido las aguas en aguas sucias, es decir contaminadas causando graves efectos.
El entrevistado agregó que se tienen políticas públicas, las cuales se deben conocer, entender y aplicarlas, por parte de la sociedad se deben implementar acciones locales de efecto global, “Tenemos cada vez más que hacer nosotros lo que otros no hacen y es en bien del planeta y de la casa”.
Añadió que de no tener disciplina con el ambiente, ni el cariño o respeto por el medio ambiente, la naturaleza seguirá expresándose y la forma más clara es a través del cambio climático, ante ello hay dos cosas que hacer, la mitigación y la adaptación, la primera implica disminuir el uso de productos que tienen gases invernadero.
Llamó a los investigadores, a la sociedad y las instancias gubernamentales tanto municipales, estatales y federales a sumarse y a trabajar bajo una misma estrategia, pues no se podrá avanzar en el tema si la sociedad implementa acciones desde su entorno, pero el Gobierno no aplica reglamentos y sanciones a quienes incumplan con normas de control para el cuidado del medio ambiente.