Jorge Parra
Misantla, Ver.- Otra más del exalcalde de Colipa Víctor Molida Dorantes quien aprovechándose de un desamparado vecino de la cabecera municipal a quien pretende despojar de una propiedad, y posteriormente en medio de un acto populista pretendió “donar” dicha propiedad a una señora de ese mismo lugar.
A decir del señor Justo Ortega Rivera, un campesino de 82 años, él y sus tres hermanas, cuando murió su hermano que llevaba por nombre Gabriel Ortega Rivera procedieron a demandar la sucesión de los bienes del finado para poder ser ellos quienes fueran nuevos dueños toda vez que el finado no procreó hijos ni tenía pareja.
El pasado 24 de marzo de 2015 don Justo y sus hermanas Francisca Eminia y María acudieron ante el juzgado primero de Primera Instancia de la ciudad de Misantla a radicar la demanda de sucesión, situación que dicha autoridad resolvería más tarde a favor de los demandantes en noviembre de ese mismo año.
Sin embargo, la fuente declaró que hace unos días el pasado 8 de marzo en una reunión que el alcalde realizó en la cancha municipal de Colipa, el presidente Víctor Molina Dorantes ofreció como obsequio a una vecina del lugar la casa que es propiedad del señor Justo. Ante esta situación según narro el declarante, acudió a hablar con el alcalde al palacio municipal para preguntarle él por qué había ofrecido como regalo su vivienda, a lo cual el presidente colipeño le contestó que es un inmueble que estaba “a censo” y que el ayuntamiento podía disponer de él.
Justo Ortega le mostró una boleta del pago del predial justamente del inmueble que se ubica frente a la cancha de Colipa en la calle Independencia entre calle Allende y calle Francisco Javier Mina de la cabecera municipal, sin embargo Molina Dorantes según lo que narró la víctima, le contestó que ese documento no valía nada y que iba a disponer del inmueble.
Ante esta situación es de mencionar que el octogenario Justo Ortega Rivera, cuenta con una sentencia por parte del juez segundo de Primera Instancia con sede en esta ciudad de Misantla, a cuyo distrito pertenece Colipa, donde resuelve que tanto él como sus hermanas son legítimos cesionarios de los bienes de su finado hermano, por lo que la propiedad le pertenece.
Ante esta situación con mucho valor el denunciante tiene temor fundado de que el alcalde de Colipa se quede con su propiedad de una forma arbitraria y motivo por el cual hace pública esta situación, la cual a todas luces califica como un abuso.