* Escuelas y padres de familia, los involucrados en detectar casos concretos
Miguel Bautista
Aunque fueran ya canalizados algunos alumnos de instituciones educativas al Centro Primario de Adicciones (CAPA), este hecho No prende focos de alarma por adicciones en las instituciones, por lo que se ha trabajado de manera conjunta con dependencias y centros escolares, para que todos aquellos alumnos que son detectados con algún tipo de conducta riesgosa se canalicen inmediatamente a dicho centro para su valoración y tratamiento, refirió Ignacio Rodríguez Reyes, psicólogo encargado de esta dependencia.
Advirtió que son los mismos padres de familia quienes estarían en mayor ventaja de obtener información relacionada a este tipo de problemáticas sociales, pues son ellos los que conviven diariamente con los alumnos, pero en un esfuerzo conjunto también implica a los docentes para detectar algunas situaciones dentro de las aulas, ya que es a partir de los 11 y hasta los 15 años, se da la llamada presión social por parte de amistades para que se experimente por primera vez con algún tipo de sustancia ilícita.
Agregó que se realizan acciones preventivas y selectivas a la población estudiantil cuando se detectan casos específicos, e identificando además zonas de riesgo o aulas ubicadas en zonas de mayor riesgo, aunque para este tema se vigila desde todos los ámbitos de la educación básica, poniendo especial énfasis en los niveles medios pues esta es una de las edades donde mayor curiosidad se tiene.
Las características especiales en los adolescentes dice son la deshonestidad, la agresividad y el desafío a las figuras de autoridad, por lo que tocaría identificar señales de alarma, poniendo a la disposición las oficinas de este centro para todos aquellos familiares de jóvenes que pudiesen temer que están cayendo en las redes de las adicciones para obtener ayuda y brindar asesoría tanto a jóvenes como a sus familias, precisó.