La deuda del Gobierno del Estado con la Universidad Veracruzana (UV) sí ha afectado la formación integral de los estudiantes y ha provocado la suspensión de al menos 288 obras de infraestructura y mantenimiento con un valor de 208.5 millones de pesos, reveló la Máxima Casa de Estudios en la entidad.
A través de la respuesta a la solicitud de información 037/2016, la institución confirmó que la falta de recursos ha impedido la ampliación de la matrícula escolar, la acreditación de programas educativos, el desarrollo y difusión de proyectos de investigación así como el cubrir las plazas vacantes de académicos y administrativas, la realización de eventos culturales, el registro de posgrados y hasta la visita de organismos evaluadores por no poder pagar los viáticos y honorarios.
En un desglose proporcionado por la UV a este reportero, fueron enlistadas 130 obras que se encuentran suspendidas en las cinco regiones por un monto de 121 millones 298 mil 802 pesos con 69 centavos y una superficie de 77 mil 376.14 metros cuadrados.
Asimismo, la universidad dio a conocer que contrató 22 obras por seis millones 624 mil 795 pesos con 90 centavos, pero éstas no han iniciado por falta de dinero.
También señaló que hay 136 obras pendientes por contratar cuyo valor es de 80 millones 580 mil 986 pesos con 45 centavos. La superficie en metros cuadrados de estos proyectos es de 122 mil 270.45
De acuerdo al desglose, el campus Xalapa tiene 46 obras paradas, cinco contratadas pero no iniciadas y 56 pendientes por contratar.
En Veracruz fueron suspendidos 14 proyectos de infraestructura, dos fueron contratados pero no iniciados y 28 se encuentran en lista de espera.
La región Córdoba-Orizaba registra 22 construcciones suspendidas, dos contratadas pero no iniciadas y 17 sin contratar.
En Poza Rica-Tuxpan, la UV tiene 27 obras suspendidas, dos están contratadas pero sin iniciar y 27 sin contratar.
Los campus de Coatzacoalcos y Minatitlán, por su parte, cuentan con 21 obras suspendidas, 11 contratadas no iniciadas y ocho aún sin contratar.
En total, la UV tiene pendiente la construcción de 18 aulas, dos talleres, una biblioteca, 10 laboratorios, tres centros de cómputo, dos sanitarios, un estacionamiento, instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, especiales, administrativas y de servicio público.
Además, la falta de recursos ha dejado sin mantenimiento a ocho salones, 11 talleres, seis bibliotecas, 30 laboratorios, tres centros de cómputo, 19 sanitarios, 14 cubiertas, 18 instalaciones eléctricas, nueve hidrosanitarias, siete especiales, 10 administrativas y de servicio público así como 101 en general (imagen institucional, pintura, impermeabilización, herrería, cancelería, banquetas, andadores, plazas, señalización, etc.).
En el aspecto académico, la millonaria deuda del Gobierno del Estado ha impedido la ampliación de la matrícula en los programas educativos formales y no formales, la acreditación de programas educativos por severas observaciones a la infraestructura, el cumplimiento de las recomendaciones para la calidad de los programas educativos relacionados con el equipamiento e infraestructura, lo que incluso ha provocado el riesgo de perder las acreditaciones.
Además, para la UV no ha sido posible recibir la visita de los organismos evaluadores (COPAES), por no poder pagar conceptos de honorarios y viáticos; la revisión de los planes y programas de estudio por no contar con los medios para realizar trabajo in situ, especialmente en las regiones, ni con el personal suficiente para ello, retrasando los procesos de acreditación de los Programas Educativos.
El adeudo también ha dificultado que se afronte de manera adecuada la política de innovación educativa, a través del uso intensivo de la multimodalidad, así como el desarrollo de experiencias educativas en línea; el apoyo al desarrollo de los proyectos de investigación en Facultades, Institutos y Centros, la difusión de los resultados y productos de investigación en foros nacionales e internacionales, así como en publicaciones; el incremento en la producción científica de los profesores del posgrado, dado que no se cuenta con apoyo para bibliografía, estancias académicas y visita de profesores.
Tampoco se ha podido ofrecer fondos concurrentes a los proyectos beneficiados en las Convocatorias CONACyT, el aprovechamiento en mayor grado las convocatorias de Retención y Repatriación del CONACyT, registro de un mayor número de posgrados en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del COPNACYT, la instalación de conectividad en todos los campus, así como adquirir equipo cómputo para ponerlo a disposición de los estudiantes.
Hacen falta suficientes Profesores de Tiempo Completo, para la atención adecuada de estudiantes y para los programas de posgrados.
La falta de los recursos también ha impedido la formación integral de los estudiantes al no poder ofrecer Experiencias Educativas en actividades artísticas y deportivas, por la falta de instalaciones adecuadas, el financiamiento parcial o totalmente las prácticas de campo, movilidad, asistencia a congresos, seminarios, etc.; la implementación de la figura del profesor-investigador, siguiendo la diversificación de carga recomendado por el Programa de Desarrollo del Profesorado, por no poder asumir el costo de reducir la carga de los docentes de 16 a 12 horas, la atención de la demanda de actividades de formación y actualización pedagógica del profesorado, especialmente en las Regiones.
Tampoco ha sido posible la adquisición de recursos documentales en apoyo a las diversas bibliografías de los planes y programas de estudio de todos los niveles que oferta la institución, el contar con espacios adecuados para realizar las funciones de difusión cultural que vinculan a la Universidad con la sociedad y el cubrir con oportunidad las plazas vacantes de académicos y administrativas.