* Busca colarse a la diputación local tras una administración municipal plagada de irregularidades
* Tlapacoyenses recuerdan cómo en los comicios municipales trabajó en contra de Caro Galindo y el PRI al no obtener la candidatura su esposo
Tlapacoyan, Ver.- Como en toda familia y cuanto más en una contienda política, hay un factor de división y en Tlapacoyan se llama Nayeli Jarillo, la expresidente municipal quien salió de la nada y llegó a más, quien ni en su casa la conocían y de la noche a la mañana apareció en Patrimonio del Estado para que desde ahí obtuviera los recursos necesarios para impulsarse como candidata a la alcaldía.
Una candidatura que causó mucha división interna en el PRI, donde a los verdaderos priistas no les quedó más que aguantarse por haber sido desplazados cuando este partido llegó al poder y siguieron siendo lo mismo, solo sirvieron de escalón para que una desconocida más llegara al poder.
Una vez en la silla municipal ató y desató a su antojo disponiendo de todos los recursos públicos para beneficio propio y de su familia, acomodando a su mamá y hermano en el poder para que sus divisas se incrementaran, llegando a colocar en la administración hasta a su esposo y cuñados.
SUS CONOCIDOS BERRINCHES
Dentro de los procesos electorales que se vivieron en el 2013, donde Jarillo Núñez, siempre fue factor de división y decisivo. Recordemos que durante mucho tiempo dentro de su administración se dedicó a colocar los reflectores sobre su esposo Gustavo Tronco, sin embargo al no haber sido electo candidato por el PRI se decidió a no apoyar las candidaturas de Verónica Carreón a la diputación federal y mucho menos de Salomé Caro Galindo por la alcaldía, candidatura que incluso llegaron a impugnar,
Es de todos sabido que a manera de berrinche, se dedicó a movilizar a su grupo de seguidores en favor de Movimiento Ciudadano y Alternativa Veracruzana, dejando sola a la persona que designó el PRI, lo cual sumado a la mala imagen que tenía su administración entre los tlapacoyenses ocasionó una contundente derrota (más de 1 mil 500 votos) frente a Víctor Apolinar Barrios, abanderado de Movimiento Ciudadano.
LA ADMINISTRACION DEL EGO
Como ya mencionamos, su administración se caracterizó por ser una pasarela de familiares en cargos públicos, pero sobre todo por una pésima administración de los recursos del pueblo, pues mientras entregaba obras de relumbrón (todos recordamos las calles adoquinadas), pocas fueron obras de calidad, pues su prioridad era alimentar su ego, promocionando su imagen a diestra y siniestra, como si el cargo fuera solo una pasarela.
Los recursos siempre fueron en su mayoría para sus más allegados aliados y hasta para otros partidos políticos y hacerle el trabajo sucio al priismo tlapacoyense. La inversión en obra pública fue mínima y tan solo para unos cuantos de sus más allegados servidores de la administración.
SOLO DOS MUESTRAS
Para ejemplificar el tamaño de la administración Jarillo recordemos dos situaciones que resonaron por todo el Estado, ambos referentes a recursos uno para el pago de adeudos con trabajadores y el otro con un robo ocurrido al cierre de su administración.
El primero como recordamos era por un adeudo con empleados sindicalizados del ayuntamiento, deuda que venía arrastrando desde el 2012, quienes demandaban cinco millones 500 mil pesos por concepto de salarios, prestaciones y aguinaldo. Situación que también se dio con empleados de confianza e incluso con elementos de la policía con recursos del ramo 033 que fueron desviados.
De cara a la presentación de su último informe de gobierno estos empleados impidieron que lo presentara, además de que tanto la alcaldesa como su equipo de trabajo estaban desaparecidos del ayuntamiento desde hacía ya algunos días.
Sobre el tema a pesar de que ella aseguraba que el Congreso del Estado no le había aprobado recursos para este problema, el entonces presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso Juan René Chiunti aseguró que “ella solicitó seis millones y medio de pesos a la legislatura pasada, y le autorizaron cuatro millones y medio de pesos, e iba a pagar 3 millones 400 mil pesos de laudo con los trabajadores que se manifestaron el otro día. Y para otras deudas”, pero como sabemos esto no pasó.
Y la cereza del pastel fue el saqueo en los últimos días de su administración donde junto con su tesorero Siddharta Gilmar Aquino Vigueras, y el director de Ingreso y Egresos, Obed Estudillo Hernández, por alrededor de ocho millones de pesos, los cuales a pesar de lo dicho por la misma Jarillo deslindándose de esta situación resulta difícil creer que no estaba enterada, pues la única que podía autorizar los movimiento bancarios y de cuentas era la entonces munícipe.
Y entre los recursos desviados a lo largo de su administración destacan los que habían sido destinados para la reconstrucción del mercado municipal, obra que estuvo detenida y misteriosamente ahora que busca de nuevo la simpatía de los tlapacoyenses logra destrabar por medio de una “gestión”.
CUIDADO
Tras la larga ausencia reaparece en la vida política queriendo recuperar la simpatía de un pueblo al que ya dejó más que claro que no le interesa apoyar y por un partido al cual ya le demostró que no está dispuesta trabajar sin salir beneficiada, sin duda le apuesta al olvido para volver por otra oportunidad de servirse del pueblo.
Ojo, porque de lograr su cometido el siguiente paso es consolidar el proyecto municipal familiar por medio de su esposo.