La Iglesia Católica ora por las víctimas del accidente del autobús que se fue a un barranco en el puente "Atoyac" la mañana de este domingo, así como por los lesionados, y los familiares de los fallecidos, pero también se pronunció para que las autoridades hagan una investigación sin "manipulación" como ha sucedido en otros casos, lo cual es muy triste.
El padre Domingo Ortiz medina, de la Inmaculada Concepción, en ausencia del obispo Eduardo Patiño Leal, señaló no acusar a nadie, lo solicitado es se haga una verdadera revisión en cuanto al peritaje , para ver las causas del accidente pues pueden ser situaciones como falla humana o en los frenos.
"Sobre todo yo estoy pidiendo oración por los fallecidos y consuelo por los familiares, esa es mi afirmación, lo de más el Señor les de la luz y les de el descanso eterno, porque Dios es amor y es rico en misericordia", apuntó.
Tras la homilía dominical en Catedral, que celebró el bautismo del señor, Domingo Ortiz Medina, lamentó además, que la sociedad actual haya perdido el precepto de servir a los demás, hoy lo que sucede es que la mayor parte de la humanidad se sirve de los demás, olvidándose del bautismo y lo que implica.
"Es la limpieza o sea la sanidad donde está, en la parte social, la familiar, en la vida disfuncional de las familias, porque falta eso: ser portadores de la luz sobre todo en la verdad, en la transparencia, dialogar, escuchar nos falta el contacto, la ternura para con el otro", dijo.
Recordó que tanto los papás como los padrinos al momento de bautizar a los hijos adquieren un compromiso y el compromiso es precisamente el proceso de educación en la fe, sin embargo a veces no se vive, por eso hizo un llamado a los papás y padrinos a ser verdaderos “custodios” y de guiar a sus hijos y ahijados como debe de ser, pues hoy en día la mayoría de los católicos no viven plenamente su vocación bautismal, no asumen el compromiso del bautismo.
“Se olvidan de caminar y de ser evangelizadores con espíritu, pareciera como si nos gustara más vivir en la opacidad y no en la luminosidad que así era considerados en los primeros siglos de la iglesia, considerando el bautismo como sacramento de luz, entonces se vive en la opacidad y no en la luminosidad”, apuntó.
Agregó que el bautismo implica ser conscientes de que se pertenece a la iglesia y que se debe de rodear de ambientes de verdad, sobre todo vivir los valores evangélicos, a través de modelos de fe y credo actual.