* Hospital de Martínez dio por muerto a un paciente; en Veracruz salió caminando
Luego de intensas horas de angustia que terminaron como un presunto caso de negligencia de los doctores de la Clínica 28 del IMSS, familiares de un menor de edad relatan el infortunio de haber sido atendidos por los médicos de este nosocomio, pues en el hospital desahuciaron a su paciente mientras que en el hospital del IMSS del puerto de Veracruz se logró salvar la vida a quien horas antes había sufrido un fatídico accidente en las aguas del río Bobos.
Carlos Campos Mota, padre de Alfredo, relata que luego de acudir con sus familiares a disfrutar de un día de paseo en las aguas del río Bobos a la altura de la comunidad Novara, su primogénito comenzó a ahogarse dentro del afluente, acudiendo en su ayuda, sin embargo, al no lograrlo también ambos tuvieron que ser rescatados por los mismos visitantes del lugar, sin embargo fue Alfredo quien permaneció más minutos dentro del afluente y por lo tanto se pronosticaba el más negro escenario para dicha familia.
La historia sucedió el domingo 27 de diciembre del 2015, fecha en que aseguran sucedió uno de los más tristes capítulos de su vida, pues luego de esta acción, su calvario siguió con la negligente atención y respuesta que recibieron del Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que a escasas horas de haber ingresado al Hospital Regional con Medicina Familiar número 28 de Martínez de la Torre, dicho paciente fue diagnosticado con muerte cerebral.
Ante la desesperanza de esta respuesta, el padre de Alfredo decidió no quedarse cruzado de brazos y pidió ayuda en otros lugares de asistencia social, todo para salvar la vida de su primogénito, también enfatizando que en todo momento no se le prestó la debida atención a su hijo y que temían que esta actitud fuera la salida fácil que tomaran los médicos que lo atendieron para intentar salvar la vida de su vástago.
Comentaron que ya dentro del nosocomio de Martínez no se les dio esperanza de recuperación pero se sumó a otros factores como la desidia e incluso negligencia, pues luego del diagnóstico buscó a las autoridades médicas, quienes le prometieron que su paciente sería trasladado al puerto de Veracruz, promesa que incumplieron.
“Cuando me dejan hablar con el subdirector, le digo que quiero que trasladen a mi hijo a Veracruz y me prometió que así sería, pero pasaron las horas y no había respuesta; entonces seguí buscando cómo sacarlo de ahí y fue así que me entrevisté con el doctor De la Barrera, él me dijo que mi hijo no era candidato para el traslado y menos para terapia intensiva, pues para él, ya el menor tenía muerte cerebral”, describe.
Fue hasta el miércoles que consiguió el anhelado pase para el IMSS de Veracruz, a donde el menor llegó con signos vitales y hasta reflejos, incluso ya no hubo necesidad de mantenerlo conectado al respirador artificial.
LA ATENCIÓN EN VERACRUZ
“Los médicos del puerto no entendían por qué habíamos llevado a mi hijo hasta allá y menos por qué decían los doctores de Martínez que tenía muerte cerebral. En Veracruz me dieron una atención de calidad, eso debo reconocer, y gracias al trabajo de los especialistas, en seis días mi hijo salió caminando del hospital. No había muerte cerebral, sólo un cuadro grave de neumonía, en eso trabajaron y lo sacaron adelante”, expresa el padre de Alfredo, el menor que para los negligentes médicos de Martínez de la Torre estaba prácticamente en la tumba.
LA RECOMENDACIÓN DEL PACIENTE Y SU FAMILIA
Al cuestionar al padre del menor en relación a una posible denuncia contra los médicos de la Clínica 28 del Seguro Social de Martínez de la Torre, dijo que no interpondrá queja alguna, sólo que su caso sí lo seguirá haciendo público por todos lados, para que las personas que están dentro de ese hospital esperando respuesta, no se dejen llevar por los primeros diagnósticos, que busquen otras alternativas, ya que ahí las inhumanas e indolentes manos de los doctores, siempre buscan la salida más fácil.
“El caso de Alfredo no es único, todos los días hay quejas por pésima atención, pero desafortunadamente las autoridades de salud siguen haciendo como que no escuchan, ni ven. Cuántas vidas no se habrán perdido, sólo porque para ellos es más sencillo decir que no hay nada qué hacer, antes de ponerse la bata y cumplir con ese juramento que hicieron al concluir su preparación. En la clínica de Martínez los doctores sólo van a cumplir con un horario y a tomar café”, concluye el padre del menor.