La iglesia católica realizó este primero de enero la jornada mundial por la paz, con la que a través de las oraciones se busca crear un ambiente de cordialidad en todo el mundo. Eduardo Patiño Leal, Obispo de Córdoba, reconoció que siguen preocupando los eventos violentos que ya sea con mayor o menor frecuencia, pero que “no han parado” acontecen en la región.
Tras tener a nivel litúrgico la hermosa fiesta de María, madre de Dios se comienza un año bajo su protección, por ello después de la homilía de las 13:00 horas de este viernes, llamó a no tener más hechos de violencia, y a que todos colaboren para tener un año de verdad, armonía y reconciliación.
Dijo que la iglesia católica reconoce que el 2015 estuvo marcado por la violencia, el dolor, tristeza y luto de muchas naciones que han padecido la guerra del narcotráfico, que han obligado a millones de personas a emigrar en busca de un refugio y encontrar la paz.
“Los que pasan por nuestro territorio y encuentran calvario al buscar una vida mejor, la migración ya no se va concentrando sólo en buscar un sueño económico de prosperidad, sino también más bien es como salir de su tierra que les amenaza, les persigue y emigran por la violencia, saben que su vida está en riesgo y la de su familia”, apuntó.
Lo anterior genera ríos de miseria, de rencor y de intereses en todo el mundo, lo que sin duda destruye la convivencia pacífica de la humanidad, pero al mismo tiempo invita a tener esperanza, porque en medio de esos ríos de miseria hay todo un océano de misericordia de Dios.
“Es una llamada la que hace el Papa a que no se caiga sólo en la guerra, porque también hay modos de participar con la indiferencia, nos vamos como acostumbrando, anestesiando, las cadenas de noticias, los medios de comunicación que van pasando atentado tras atentado y nos dormimos”, explicó.
Ante ese panorama que se tiene llamó a buscar en el “caudal” de cada individuo el tesoro de potencialidad para construir la paz, sobre todo para despertar y así hacer el bien a través de las acciones diarias, esto debe ser para cada persona desde su trinchera, sólo así se trabajará para que se destruya todo lo que hace daño y sembrar la paz y la justicia.