* Con el desplome del precio del limón persa, a causa de la especulación de empacadores y “coyotes”
Facundo Bartolo Salazar
Una amarga navidad pasaron los productores, pues siguen sufriendo por el desplome de los precios del limón persa, en virtud de que los empacadores, como es su costumbre, se pusieron de acuerdo entre ellos y sus “coyotes” para tronar la subasta, justamente el 23 de diciembre, sabiendo perfectamente que el día siguiente sería inhábil, y de esa manera los citricultores tuvieron que vender su fruta al precio que les ofrecieran, bajo pena de que se echara a perder cargando con ella de regreso a sus comunidades, señaló Carlos Galindo Levet, en su carácter de citricultor.
Comentó que “el precio del limón ha estado muy bajo, a pesar de que en estas fechas se esperaba repunte: el de tercera estaba a 25 pesos la caja, el de segunda a 30 y el de calidad empaque a 45 pesos, contrario a los días pasados en que se cotizaba a 90 pesos, lo cual es un duro golpe a la economía de los productores, quienes esperaban recuperarse”. No descartó la posibilidad de que, además de las maniobras acostumbradas por los empacadores y sus empleados, quienes se llevan las mayores ganancias sin trabajar nada, prácticamente, se siguen observando entre 18 y 20 tráilers que llegan cargados de limón proveniente de otras partes del estado y del país.
Galindo Levet insistió en que de esa manera logran bajar los precios de la fruta, pese a que es de calidad, y además ese producto es mezclado con el limón de esta región, demeritando el prestigio que ha ganado a nivel internacional. Aseveró que esa problemática seguirá golpeando a los citricultores, a menos que logren organizarse para enfrentar sus efectos, con el apoyo de dependencias como la Sagarpa, misma que no debe prestar oídos sordos a los clamores de los citricultores, quienes cada vez más ven afectados sus intereses.