* Productores sufren penurias, incluso para dar mantenimiento a sus huertas
Facundo Bartolo Salazar
Los créditos para el campo siguen siendo un espejismo, pues pese a que desde hace años se vienen anunciando como una gran solución para reactivar la economía del sector rural, sin ser la excepción este sexenio, lo cierto es que la mayoría de los productores continúan sufriendo penurias, principalmente para dar mantenimiento a sus huertas, en virtud del grado de descapitalización que enfrentan.
Definitivamente, esa es la impresión que tienen quienes se dedican a la producción de cítricos, que es la actividad que brinda dinamismo económico a esta región. Señalan que si bien es cierto que existen los llamados “créditos blandos”, es decir, con bajos intereses, los productores enfrentan serias dificultades para cumplir con los requisitos que les permitan bajar esos recursos y aplicarlos en sus huertas, que en no pocas ocasiones ya están deterioradas a causa de la falta de atención adecuada y oportuna.
Añadieron los declarantes que en algunos casos, los hombres del campo caen en manos de “coyotes”, quienes les prometen brindarles asesoría para gestionar los ansiados créditos, no obstante, resulta que esa es un arma de dos filos, pues en lugar de mejorar su situación, terminan empeorándola, pues se ven obligados a pagar por la “asesoría” y de esa manera pierden todos los beneficios que pudieran obtener de los créditos, aun cuando logren obtenerlos.
Otro problema con los créditos, argumentan los productores, son los montos, pues mencionaron que con unos cien mil pesos prácticamente no es posible mejorar la actividad en una huerta de diez hectáreas. Añadieron que en ese contexto, serían necesarios créditos del orden de los 500 mil, o bien, un millón de pesos, con un plazo para pagar en su totalidad, quizá de unos 10 años. Dijeron que de esa manera podrían tener mayor margen para reactivar realmente su producción, incluyendo la renovación gradual de plantas viejas, fertilización y demás elementos orientados a producir más y mejores frutos.
En general, consideraron que se requieren mayores esfuerzos por parte de las diferentes dependencias gubernamentales para beneficiar realmente a los campesinos, en lugar de organizar reuniones de tipo electorero, en las que solamente se manejan refritos de la información sobre los créditos que ya todos los productores conocen, sin que se hable de algún tipo de simplificación que realmente ayude a bajar recursos y a aplicarlos.