La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, por el caso de ocho médicos que incurrieron en violencia obstétrica contra un mujer de 19 años de edad que estaba embarazada de gemelos.
Los galenos trabajan en el Hospital Civil Regional “Dr. Emilio Alcázar Castellanos” en la ciudad de Tuxpan, municipio ubicado al norte del estado de Veracruz. La recomendación señala que por estos servicios médicos falleció uno de los bebés.
La recomendación de la CNDH está integrada por 36 hojas en las que dan detalles de las investigaciones y pormenores de manera cronológica de cómo ocurrieron los hechos; el documento está firmado por el presidente Luis Raúl González Pérez.
El caso comenzó a complicarse desde el 8 de julio 2014, cuando acudió al nosocomio pero uno de los médicos ignoró la nota médica de que la mujer presentaba embarazo de alto riesgo.
Pero 15 días después, es decir el 23 de julio, cuando regresó al hospital para ser atendida, fue internada durante los siguientes cuatro días.
Para el 27 de ese mismo mes fue intervenida quirúrgicamente; nacieron sus hijos, pero uno de ellos falleció por aspiración de líquido amniótico, según fueron informados por los médicos.
Ese día fue valorada por un médico ginecólogo, quien ordenó la cesárea, durante la cual se encontraron contradicciones –detalla el comunicado-. También reporta que en la nota de enfermería indica que al recién nacido se le realizaron aspiraciones de secreciones, sin reportar presencia del líquido.
Pero en la “Hoja Única de Atención al Recién Nacido”, un médico y tres enfermeras, que participaron en la cirugía, aseguran que sí obtuvieron líquido mediante aspirado a través de sonda.
Desde que fue internada hasta el día de la intervención quirúrgica, la agraviada fue revisada por siete médicos, quienes no detectaron la gravedad ni solicitaron su traslado al siguiente nivel de atención.
Ante estos registros la CNDH acreditó violaciones a los derechos humanos a la protección de la salud de madre y bebés -a vivir una vida libre de violencia obstétrica en agravio de la mujer-; al derecho a la vida de uno de los recién nacidos y a conocer la verdad sobre la atención médica otorgada a la madre, atribuibles al personal de dicho hospital, refiere la recomendación.
La CNDH solicitó al Gobierno de Veracruz que se tomen las medidas pertinentes y necesarias para reparar el daño a los familiares del bebé fallecido; pero también sugiere que al hospital regional se le dote de medicamentos, mobiliario, equipo médico y personal suficiente.