Álvaro Guerrero
Maestros disidentes repudian los comentarios que ha hecho el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de la Sección 56, Manuel Arellano Méndez, referente a que en los lugares donde se realizan las evaluaciones a los docentes se requiere de la Fuerza Civil, dijeron que esa declaración del líder sindical solo demuestra su irresponsabilidad en defender los intereses de los docentes veracruzanos.
Enfatizaron que “es triste que nuestros sindicatos, porque son varios del Estado, aparte de la 32 de la Federación, nuestros sindicatos que están para defendernos, para luchar por nuestros derechos se vendan al mejor postor, el gobierno está en su función, el sindicato es el que dobla las manos y acepta todo lo que dicen”.
Dijeron que es lamentable que a casi un año en que está a punto de concluir su periodo de secretario general, Arrellano Méndez siga sin apoyar los intereses de los docentes adheridos al sindicato, expuso que cada secretario solo busca sus intereses personales, pisoteando los derechos de un gran número de maestros.
Manifestaron que con la evaluación no resuelven el problema de la educación en México, “esa reforma laboral, que no es educativa, es una guillotina para los maestros, es triste que la sociedad piense que una evaluación va a mejorar la educación, que la interpretación (Reforma Educativa) de un acuerdo en el ramo educativo vaya a mejorar la educación, cuando las interpretaciones son diferentes para cada persona, es triste que los sindicatos hagan esto”.
Expusieron que la semana pasada hubo varios ‘lobos’ disfrazados de maestros, de lo cual piensan que podrían haber sido policías y que estos fueron los iniciadores de la violencia para impedir pacíficamente la evaluación, por lo que creen que podrían haber sido personas contratadas por los mismos sindicatos, ya que se sabe que el SNTE 56 se encuentra vendido con el gobierno.
Los docentes disidentes creen que con la evaluación solo existe un afán de correrlos de su única fuente laboral que tienen, para que posteriormente puedan dejarles el camino libre a los empresarios y estos puedan ofertar la educación en el país, esto gracias a los sindicatos y como es el caso del SNTE 56.
Además, expusieron que tienen programas obsoletos que no sirven de mucho para la educación de los jóvenes, incluyendo que como docentes tampoco tienen capacitación continua por parte del gobierno, sumándole que la compensación económica para ellos en brindar una buena educación a los estudiantes, es la más baja a comparación de otros países.