* Necesario, que aumenten las denuncias y que las instituciones garanticen sanciones a los agresores
Álvaro Guerrero/Miguel Bautista
En el municipio de Martínez de la Torre son una constante los casos de violencia sobre la mujer, lo más preocupante es el alto índice de falta de denuncia por parte de las féminas, lo cual no ayuda a mejorar esta situación, en lo que va del 2015 se estima que solo el 10% de las mujeres denuncian un caso de esta índole, asegura la presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionistas, Reyna Ivette Gómez Mejía.
Detalló que, “pues de hecho, se dan ciertos casos, tanto en las fiscalías como en este caso la especializada, que aún sigue imperando el caso de las mujeres violentadas, tan es así, que como abogada, tengo asuntos de esa índole, que si es problema si lo es, desgraciadamente es algo actual en nuestros días”.
Refirió que los casos más comunes sobre mujeres violentadas, se dan en aquellas que exclusivamente se dedican al hogar, sin embargo también ha habido casos en que las mujeres profesionistas sufren de esta violencia, principalmente por parte de los hombres.
Destacó que tanto en la zona rural como en la urbana, los índices de violencia hacia la mujer son similares, pues las mujeres sin importar educación y nivel socioeconómico temen alguna represalias de parte de su agresor, siendo la causa de que no quieran denunciar y que estos delitos queden impunes, lo cual ocasiona que estas actitudes continúen, en muchas ocasiones con fatales consecuencias.
Precisó que la agresión dentro del hogar como en la vía pública tiene el mismo peso de la ley, sin embargo en la calle es donde menos ocurre la violencia física, pues en el hogar nadie observa a detalle las acciones que pueda realizar el varón.
Manifestó que lo que requiere toda fémina son pláticas que les marquen a fondo sus derechos, que no solamente sean para quienes han sufrido este tipo de problemas, ya que también pueden ser víctimas las menores de edad, por lo que es necesario que reciban información al respecto en las escuelas.
Aseveró que es la única forma en que puedan reducir los índices de mujeres violentadas en esta ciudad, a través de pláticas, por ello, dijo que hace algunas semanas estuvo impartiendo pláticas que les han funcionado y hoy empiezan a tomar la iniciativa las damas para denunciar.
La solución va más allá de las pláticas
Sobre este mismo tema, expertos opinan que las instituciones dedicadas a este rubro no están enfocando debidamente los trabajos de prevención a las féminas, pues esto no se combate con conferencias o pláticas a jóvenes o adultos, sino con una protección integral de la que debería tomar parte el Estado, refirió Wendoline Jiménez, socióloga del municipio.
En este sentido, afirmó que es en el seno de la familia donde inicia la división de quehaceres clasistas, lo que da pie o deriva en este mal, sin embargo, también expuso que las instituciones que se dedican a preservar los derechos de las féminas no están haciendo un buen trabajo, pues solo se dedican a orientar y brindar pláticas que de nada sirven.
El Instituto Municipal de la Mujer (IMM), e incluso los DIF, se enfocan en dar pláticas preventivas, pero no tienen la suficiente capacidad para llevar verdaderamente a los responsables de la violencia ante la justicia, mucho menos tienen lugares específicos para tratar a las mujeres víctimas de violencia, les hacen relatar lo sucedido y las envían a sus hogares para seguir en el mismo círculo vicioso de siempre con el agresor.
Enfatizó que la lucha contra la violencia que sufren las mujeres es un reto que aún tienen todos sin excepción, países, estados, municipios y los mismos hogares, y aunque resaltó que se están implementando políticas en la entidad para combatir ese flagelo, sin partidas presupuestales queda simplemente como tinta en el papel.
“En promedio, en la región de cada 10 hogares 9 sufren este tipo de situaciones, las mujeres aunque pocas veces declaran haber sido víctimas de violencia en la relación de pareja, esto no permite ver cómo hay una afectación real, declarada por mujeres a través de encuestas o estadísticas", señaló.
Finalmente, señaló que los desafíos son otros, además de tratar de prevenir un problema generacional, pues en esta región ni siquiera son claros los datos de este tipo que ayuden a que haya una política pública que responda a una problemática que ya está identificada.
