Brenda Pérez Aguilar
Con prepotencia, altanería y hasta con jaloneos es como elementos del Instituto Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz (IPAX) prestan sus servicios en el Hospital Regional de Zona 28 del Instituto Mexicano del Seguro Social de este municipio.
“Una servidora fue el lunes por la tarde al Seguro Social para llevarle una bolsa de pañales desechables a una madre de familia que tiene ahí a un niño enfermo y cuando llegué a la entrada, el policía estaba platicando con cinco personas más, por lo que me metí, pero cuando salí, un guardia me quiso jalonear junto con su compañero y dijeron que no me iban a dejar salir y que me acusara con quien yo quisiera a quienes obviamente puse en su lugar”, indicó la presidenta de la asociación Incorporación de la Mujer al Desarrollo Veracruzano, Rosy Sánchez Ramírez.
Posteriormente, ingresó al seguro una madre de familia de la comunidad El Cañizo, quien tiene a su hijo con síndrome de Down internado, pero debido a que no tiene a alguien más para que la esté relevando, al ingresar el policía le abrió su bolsa y le sacó unas galletas, las cuales serían su comida.
“También llegó un señor de la sierra de Misantla para reemplazar a su hija para que saliera a comer y tampoco lo dejaron entrar, lo jalonearon, lo que me dio mucho coraje y fui a buscar al director para exponerle estos atropellos, quien me mandó con la trabajadora social de ese turno que desgraciadamente no hizo nada y sólo me dijo que esperara a que llegara el administrador”, recordó.
Pero así como hay gente muy prepotente en el IMSS, también hay médicos buenos y unos de ellos ayudó a ingresar al señor que venía de la sierra para que su hija pudiera salir a comer, mientras él se quedaba a cuidar a su familiar.
“Lo único que les dicen los policías es ‘si salen, ya no entran’ y el bebé o niño entonces se quedaría solo, además les revisan las bolsas y si se van a quedar a cuidar a un paciente toda la noche, algunas se llevan una galleta o pan y no sólo esto, sino que también les quitan los cargadores de los celulares”, remarcó.
Sánchez Ramírez puntualizó que esa prepotencia de los elementos de seguridad ni nombre tiene, porque aunque ellos se escudan diciendo que son órdenes de los directivos, posiblemente ni el mismo director esté enterado de cómo tratan a la gente, principalmente a las personas de escasos recursos y de campo, porque tratan de sobajarlos.
“Son tantos los atropellos que cometen estos elementos, que uno se llena de impotencia, de ver cómo tratan a la gente pobre y de campo, porque no vienen por gusto, sino porque tienen a algún familiar internado”, enfatizó.
Por último, adelantó que tiene varios temas pendientes con el director del IMSS, con quien próximamente se sentará para dialogar, ya que desgraciadamente el Seguro Social es un círculo vicioso, lo que da una gran tristeza.