* Ha habido intentos para lograr la denominación de origen, pero no han sido concluidos
Facundo Bartolo Salazar
Es de celebrarse la decisión de obtener la denominación de origen del limón persa de Martínez de la Torre, sabiendo que el Consejo de Productores, Empacadores y Exportadores de Limón Persa (COPEELP) es una organización con gente de trabajo, disciplina y orden, pero de no ser posible lograr ese difícil objetivo, existen otras opciones más simples para diferenciar oficialmente la calidad de la fruta producida en la zona, expuso José Guadalupe Zúñiga Delgado, en su carácter de productor.
El entrevistado expresó que “hay opciones o figuras más simples que la denominación de origen para el limón persa, mismas que funcionarían y darían los mismos resultados, pero el problema es que se deben llevar a cabo todos los procedimientos para lograr los objetivos deseados, por sencillos que parezcan, para defender la calidad de la fruta martinense”. Comentó lo anterior, en virtud de que resulta muy difícil lograr la denominación de origen, lo cual queda demostrado por los intentos que han quedado truncados.
Relató que en el sexenio de Patricio Chirinos Calero, encabezó personalmente un movimiento para denominación de origen, logrando despertar el interés de Pedro Ernesto del Castillo Cuevas, secretario de la Sedarpa y Daniel Romero Castillo, director de agroindustrias. Dijo que pese a todo el apoyo gubernamental, ese proyecto no prosperó, por instrucciones del propio mandatario estatal se le dio la vuelta y ya no se concluyó. Afirmó que no fue por falta de voluntad, sino que es muy difícil lograr ese objetivo y a final de cuentas la utilidad de esa figura no es la esperada.
Reveló que Raúl Gámez González llevó a cabo también otro intento de denominación de origen, no obstante, tampoco lo logró, independientemente de que es un hombre muy preparado, que sabe hacer las cosas. Naturalmente, no descartó la posibilidad de que COPEELP logre su cometido, superando las dificultades que se les presenten, o bien, busquen opciones más simples que den los mismos resultados, creando sistemas que funcionen en la práctica.
A final de cuentas, Zúñiga Delgado aseveró que la denominación de origen brindará simplemente un sello que diga: “Con denominación de origen de Martínez de la Torre”, pero eso sería todo prácticamente. Añadió que todos los demás que no estén cubiertos por esa figura tendrán que seguir vendiendo su limón como de costumbre y ya será el comprador quien tome la decisión de comprar o no, con o sin denominación.