* Falta de compromiso de ambos munícipes para apoyar ejidos y comunidades
Miguel Bautista
Una problemática social por demás complicada están viviendo los campesinos del ejido Ampliación Piedra Pinta, Cerro del Palmar (también conocido por sus habitantes como La Ley del Monte), pues desde hace 30 años han gestionado los recursos para el revestimiento de sus carreteras sin que ninguna autoridad hasta el momento les haya hecho caso, todo ello a raíz de una delimitación territorial bastante dudosa, con lo cual los alcaldes municipales de Tlapacoyan y Atzalan se han deslindado de gestionar apoyos a sus causas.
Señaló que en el aspecto agrario y de carácter legal no tienen ningún problema, sin embargo, los títulos parcelarios expedidos a dichos ejidatarios han sido entregados con domicilio en Tlapacoyan de donde son originarios, tal como lo hace constar diversas copias que nos fueron proporcionadas.
La historia
La historia de dichas tierras podrían sonar un tanto confusas, pues Fernando Maza Torres, Josué González y Bulmaro Perdomo, directivos del comité de carreteras explican que la mayoría de campesinos que integran dicho ejido pertenecen a Piedra Pinta, municipio de Tlapacoyan, incluso hay muchos campesinos que tienen su domicilio en este lugar; sin embargo, al otorgárseles sus donaciones de tierra, les fueron conferidas las huertas en la Ampliación Piedra Pinta, Cerro del Palmar, huertas que están en tierras de Atzalan pero colindantes en delimitación territorial con Tlapacoyan, la problemática se agudiza por la cuestión electorera, ya que ambos municipios quieren la mayor cantidad de votantes cautivos y se niegan a prestar el apoyo siempre y cuando no se cumpla a capricho ejercer las actividades de derechos al voto.
Una de las primeras percepciones es que por pertenecer al municipio de Atzalan las tierras de cultivo, lo ideal sería que la administración atzalteca brindara los recursos que se necesitasen, sin embargo durante años han gestionado no solo en este municipio, sino también en Tlapacoyan, Gobierno del Estado, legislatura y la misma presidencia de la República sin haber obtenido una sola muestra de apoyo.
El engaño
El comité de carreteras de esta localidad relatan que en una visita del senador José Yunes a la localidad de Santiago Atzalan, autorizó el revestimiento de sus carreteras, dotando de material y maquinaria para que se llevase a cabo dicha acción, girando instrucciones al munícipe Orlando Bernardino Bocarando, sin embargo, como el proyecto se trazó de la comunidad Vista Hermosa hasta San Pedro Buenavista, el alcalde atzalteco no quiso desviar dicha maquinaria para que se cumpliese esa orden, con lo que perdieron los campesinos su tiempo, dinero y esfuerzo, pues contribuyeron con aproximadamente 200 faenas, unos 15 mil pesos en comidas para los transportistas y compostura de camiones, aceites y demás insumos que cifran en aproximadamente 50 mil pesos para que fuera una promesa incumplida más de Orlando Bocarando, pues luego de saberse engañados les reiteró que en cuanto terminara la obra programada revestiría su camino, aunque sin cumplirlo hasta la fecha.
Luego de exponerle la problemática al senador de no contar con la misma, perdiendo cosechas completas, y en algunos parajes haciendo que los cortadores de naranja tengan que caminar de 40 a 50 minutos para poder sacar la fruta hasta donde se atreven a llegar los camiones de carga, ya que el mal estado de dicha arteria la vuelve prácticamente intransitable, llena de hoyancos y siendo de piedra laja completamente en algunos tramos de la misma, acusando que incluso el legislador tiene entendido que dichos caminos ya fueron reparados pero solo en impreso, porque en la práctica estos lo han hecho por si solos.
El esfuerzo es insuficiente
Durante algunos tramos de la misma rodada se pueden apreciar algunas pocas rampas de concreto, tan solo para alcanzar a cubrir unos escasos metros, aduciendo que los mismos campesinos son quienes las han construido, esto a base de esfuerzo y aportaciones propias, pues el alcalde Orlando Bocarando al no poder cumplirles el revestimiento y reparación de su camino los ha dotado de apenas unos cuantos bultos de cemento, considerándolo un engaño más para no cumplir sus promesas de ayudar.
Alcaldes trabajan a conveniencia
Al cuestionarles sobre la ayuda que han recibido de unos y otros alcaldes, manifestaron textualmente que “Tlapacoyan está perdido, por lo menos Atzalan nos va dando migajas, inclusive ni hemos tenido una plática con el presidente (Víctor Apolinar Barrios), nunca lo encontramos, a otras comunidades si las han ayudado, porque son del municipio de Atzalan, y sus habitantes allí viven, ahí votan y reciben todo”.
Al abordarlos sobre la cuestión electorera respondieron “nos lo han dicho, del palacio, que mientras no tengamos nuestras credenciales del municipio de Atzalan, esto va a seguir siempre así, inclusive nos lo dijo Justo Aguirre, para ser franco, Justo Aguirre nos dijo, ‘mira mientras no tengan sus credenciales del municipio de Atzalan nunca les van a ayudar, definitivamente’, y si es cierto, nunca nos han ayudado, entonces nosotros ahorita vamos a gestionar nuestras credenciales pero ya viendo a futuro no con el color que esta ahorita sino por otras personas que se han enfocado con nosotros”, sentenció.
Incluso fue más allá al aceptar que los campesinos ya han dado su voto de confianza por el oriundo de las Choapas, pues sin ser una persona que conozca estas tierras se ha enfocado en ayudar, por lo que la cuestión política no interesaría como tal a dichos campesinos y otros tantos más en esta zona, ya que la mayoría de gente del campo se abocarían a apoyar incondicionalmente todas las acciones que éste realizase en algún futuro dentro de la política, sostuvieron
Llega la ayuda
Por circunstancias del destino y en una mega manifestación de comuneros en el faro de Nautla conocen a quien a la postre les tendería la mano, siendo Jesús Santillán, colaborador directo de Renato Tronco Gómez, quien los invita a participar del proyecto de la Unión de Ejidos Atzaltecos y Municipios Serranos de la Región, apoyando la causa del campesinado y dando solución a su problemática en apenas una semana de conocerse.
Cuenta que mediante una invitación de amigos cercanos se da un primer acercamiento para plantearles su caso, luego la visita del diputado Renato Tronco a la comunidad de Timimilco los reúne para que dicte instrucciones a su colaborador de apoyar dicha petición y en unos cuantos días de pláticas y reuniones se presenta la maquinaria con la que por fin en poco más de 30 años de gestión se lograría revestir el camino.