* Dependería de la organización y vigilancia adecuadas de los integrantes de la cadena productiva
Facundo Bartolo Salazar
La denominación de origen no resolvería la problemática del limón persa, sobre todo la entrada de fruta sin control de los estados del sur del país, opinó José Guadalupe Zúñiga Delgado, en su carácter de citricultor, pues expuso que la mencionada figura no funciona por sí misma, pues dependería de la organización y vigilancia adecuadas de los integrantes de la cadena productiva para obtener los resultados deseados.
Explicó primeramente que “no es lo mismo la denominación de origen que el certificado de origen, que es el concepto que algunas personas del medio citrícola han mencionado erróneamente para abordar la problemática del limón persa en Martínez de la Torre, pues la denominación de origen, por un lado, tiene como finalidad proteger las características propias que la fruta reúne en esta región y que serían difíciles de repetir en cualquier otra región de México y del mundo”. Apuntó que, en cambio, el certificado de origen de algún producto en especial se limita a cuestiones de pago de aranceles que se debe hacer por un producto, de acuerdo con el país de donde es importado.
Por lo anterior, Zuñiga Delgado consideró necesario analizar detenidamente cual es la opción para que los citricultores logren realmente proteger la calidad del limón persa de Martínez de la Torre, pues añadió que existen otras figuras que son mucho más sencillas de concretar que las antes mencionadas. Sin embargo, consideró necesario dejar que los grandes expertos en esos temas “iluminen” a todos los productores de cítricos de la región con sus conocimientos, de tal manera que en forma conjunta se logre conformar una figura jurídica, con el fin de que inmediatamente se obtengan resultados satisfactorios en relación al limón persa de Martínez de la Torre, para que no sea demeritada su calidad por la fruta que es traída de otros estados del país para ser comercializada en esta región.
Definitivamente, José Guadalupe Zúñiga reconoció que hay mucho por hacer en relación a la protección del limón persa, sobre todo en cuestiones de organización, pues señaló que, independientemente de quien sea la persona que administre la figura que se decida adoptar, es indispensable que todos los integrantes de la cadena productiva involucrados aporten lo necesario en lo que se refiere a participación, de tal manera que con el esfuerzo conjunto de todos o la mayoría de los actores de la cadena productiva, se logre proteger el limón persa y su calidad reconocida en diversos países del mundo.
Finalizó diciendo que, en su caso, nadie se debe quejar de que, quien resulte ser el administrador de cualquier figura para proteger al limón persa tome decisiones que no comparta la mayoría, pues eso implicaría que los demás integrantes de ese organismo no están cumpliendo con su labor de vigilancia para un estricto cumplimiento de la ley, tal como se esperaría para una mejor cotización del limón persa de la región.