Álvaro Guerrero
Habitantes de El Cañizo siguen a la espera de que aterrice el programa federal de la Cruzada Contra el Hambre, ya hace más de un año que les prometieron que el recurso llegaría a ese lugar, pero hasta el momento no ha habido avance, así lo dio a conocer el presidente del Comité de la Cruzada Contra el Hambre, Gilberto León Báez.
León Báez argumentó sobre lo ocurrido con este programa, “el año pasado fue una señorita del Comité que venía del municipio de Atzalan; nos hizo hacer encuestas, nos hicieron hacer una serie de actividades que iban enfocadas a apoyar a la gente, se conformó un comité en el que quedó al frente un servidor, y nos dijeron que nos iban a bajar una serie de apoyos”.
Indicó que hasta el momento los apoyos que les prometieron los trabajadores de la Cruzada Contra el Hambre, solamente quedaron en el papel, puesto que ya no volvieron a realizar ningún tipo de movimiento o confirmar que el programa federal pudiera llegar a las personas más necesitadas de la comunidad.
Manifestó que gran parte de los habitantes que viven en esa comunidad tienen muchas necesidades, las cuales pensaban serían solucionadas con lo prometido por el personal del programa federal.
En los programas que presentó la encargada, hablaba de Piso firme, además de que en Prospera se iban a incrementar las beneficiadas en la comunidad, a los menores se les iban a promocionar becas para que continúen estudiando, medicamentos gratuitos y un sinfín de apoyos de que estarían llegando a ese lugar; argumentó que los programas que ofrecían, beneficiarían a más de 120 personas.
Sin embargo, esta visita generó solo ilusiones a toda la población de El Cañizo, por lo que León Báez cree que solamente fue una estrategia electorera para buscar simpatías entre la gente de cara a las elecciones de junio pasado.
Comentó que la mayor sorpresa que se llevaron fue que, “no se han presentado, no han hecho nada, aquí en Martínez no conocemos dónde está su oficina, algún teléfono, nos dejó un teléfono particular de ella, pero supuestamente dejó de trabajar ahí y ya no sabemos nada, ni en donde, ni con quien”.
Precisó que lo más lamentable es que pusiera a trabajar a las personas en conseguir toda la documentación necesaria para que obtuvieran el programa, sumándole los trabajos de las jornadas en que tendría que hacer los censos necesarios en comunidad para saber con exactitud cuántas personas necesitan el programa.
Sobre lo anterior comentó: “pero si, la molestia es que se les hizo perder el tiempo a señoras que tenían sus quehaceres, sus labores domésticas, por andar censado casa por casa, poniendo la cara”.
Enfatizó que en ese momento las personas estaban contentas, puesto que iba a ser el primer programa de nivel federal que llegaría a esa comunidad, puesto que les hablaron bonito de los programas que iban a aterrizar en el lugar, pero se ve que ya no van a volver a creer en un programa nuevo y que vayan a apoyar a los habitantes de esta localidad.