* Cada día más se agrava la situación de los cruceros en nuestro municipio
* Autoridades viales siguen haciéndose de la vista gorda ante el problema
Miguel Bautista
Si bien aún no se registra ningún incidente que lamentar en el semáforo que se encuentra en el Libramiento y que entronca a las comunidades de El diamante y sus subsecuentes, el lapso de paciencia de los conductores y automovilistas ha llegado a su fin, pues esta situación consta ya de algunas semanas, donde los indicadores de la vialidad siguen sin funcionar correctamente en diversas arterias de este punto y otras más del centro de la ciudad, aun cuando ya ha sido reportado por algunas personas y medios de comunicación, la situación sigue sin ser atendida por la Dirección de Tránsito o autoridades municipales a cargo del mantenimiento de estos aparatos.
Recapitulando, el alarmante tema del semáforo que entronca a las comunidades El Diamante con el Libramiento de esta ciudad, sus problemáticas son diferentes, pues en estas arterias en específico el límite de velocidad de esta zona federal es de 60 km, pero algunos de los conductores no lo respetan, sin embargo ni la Policía Federal ni Tránsito ponen un freno a los ‘correlones’.
De acuerdo con comerciantes y vecinos de la zona, los peatones tienen que correr o esperar que dejen de pasar los vehículos para arriesgarse a atravesar dicho tramo, pero eso no es todo, el semáforo señalado es prácticamente un tramo sin ley donde el más osado e imprudente lleva las de ganar en la carrera de la fatalidad, esto a merced de la complicidad de los involucrados en el tema.
“La verdad sí es peligroso, desde antes de instalarlo esta es una de las vías más rápidas y jamás se ve parado a nadie de los tránsitos, porque los automovilistas se cruzan entre sí, dan la vuelta sin fijarse, no respetan el alto o las preferencias, hay quienes de plano les vale todo”, explicó Israel Fierro.
No conforme con ello, nadie ha querido dar la cara ante dicho problema, incluso las autoridades viales se escudan en la ley mordaza que les ha impuesto la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a todas las dependencias que tienen que ver con su rubro y que sólo les sirve como escueta excusa permanente ante tales situaciones.
De seguir el problema sin atenderse, nuestra ciudad estará convertida en un caos total, más allá del ya existente, y el inminente riesgo de graves pérdidas humanas y materiales, esperando que rece el dicho “después de ahogado el niño querrán tapar el pozo”, esto solo por la desidia de algunos funcionarios responsables de estos semáforos, ya que la mayoría están ubicados en cruceros peligrosos, avenidas principales en nuestra ciudad, y tan necesarios para hacer diferentes actividades ya sea laboral, escolar, compras, etc.
En el centro también se cuecen habas
Es importante mencionar que dicha situación no es para nada nueva, ya que desde hace algunos meses paulatinamente se han ido deteriorando dichos aparatos hasta volver un verdadero caos vial a la ciudad, y aunque han sido unas escuetas reparaciones las que se les han realizado, tal pareciera que el problema es lo obsoleto de los controles, pues vuelven a descomponerse.
El caso ya resulta grave y complejo, los automovilistas así como peatones deben tener cuidado al transitar por estas calles, ya que no todos hacen el alto correspondiente para darse el tiempo de verificar que no transiten más vehículos. En algunos semáforos del centro hay en contadas ocasiones algunos agentes de tránsito, pero los silbatazos no bastan para contener el caos generado por los mismos.
Los semáforos del centro de la ciudad tienen la particularidad de que han sido reparados en algunas ocasiones, pero hasta la fecha no tienen una correcta sincronización, ya que permanecen con la luz roja o amarilla de manera intermitente todo el día, lo que causa confusión entre los conductores; y algunos más simplemente dejaron de funcionar.