* Con el fin de denunciar abusos de comerciantes, entre ellos recargas de celular que no son efectivas
Facundo Bartolo Salazar
Urge una oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Martínez de la Torre, en virtud de los constantes abusos de los que son víctimas los ciudadanos, en particular quienes realizan recargas de tiempo aire para sus celulares, sin que los dueños o empleados de los establecimientos les entreguen ticket de compra o el número de folio de la recarga, de tal manera que cuando hay alguna falla, no pueden reclamar que se les haga efectivo ese servicio, señaló Abraham Freddy Clemente Moguel, dirigente del Partido Cardenista.
Dijo haber sufrido la desagradable experiencia de que le hayan timado cien pesos de una recarga que solicitó en un ciber café ubicado sobre la calle Abasolo, entre la Avenida Llave y la privada Enrique Lauscher. Dijo que salió confiando de que se le había hecho la recarga, pero cuadras adelante se dio cuenta de que aún no tenía saldo en su celular, por lo que regresó al citado establecimiento para preguntar a la dueña si ya había realizado el servicio, a lo cual ésta respondió que sí.
Clemente Moguel pidió entonces que le fuese proporcionado el folio de la operación, quien dio como excusa de que no podía checar ese número, puesto que después de 10 recargas ya no aparecen esos datos en la computadora, lo cual resulta infantil. Añadió que la dueña del ciber café lo invitó a marcar al 264 para corroborar si se había hecho la recarga, misma que se había realizado, pero sin que haya sido abonado el tiempo aire.
El quejoso señaló que, dada la situación, la comerciante abusiva se negó de una y mil maneras a responder por la falla en la recarga solicitada y además lo corrió del establecimiento, incluso tratándolo como un ladrón, cuando ella es una delincuente que le timó cien pesos por una recarga solicitada y no recibida. “Es por eso que invito a los ciudadanos a que tengan cuidado al adquirir recargas para celular, especialmente en un ciber localizado en la Calle Abasolo, entre la Avenida Llave y la privada Enrique Lauscher, donde la dueña no responde por fallas y además trata mal a los clientes”.
El declarante consideró que esas prácticas delincuenciales en el comercio son graves, pues en el caso de las recargas es posible timar a muchas personas en el día, dependiendo de los montos, ya sean de 50, 100, 300 o 500 pesos que los clientes entregan, sin poder reclamar el servicio, pues no les es entregada una nota ni folio. Hizo un llamado a las autoridades de comercio para que tomen cartas en el asunto, para que regularicen esos establecimientos que pueden causar graves afectaciones a los ciudadanos.
Comentó también que sería recomendable que hubiese una oficina de la Profeco en la ciudad, siendo esa una necesidad que deben atender las autoridades municipales. Lo anterior, con la finalidad de que los consumidores puedan denunciar abusos de comerciantes, con amplias posibilidades de obtener respuestas satisfactorias, sin tener que trasladarse a otros logares como Xalapa, Veracruz o Poza Rica, donde si hay oficinas de la citada dependencia.