Juan Carlos Jiménez
El asilo de ancianos María Auxiliadora, que creara el presbítero Elías Núñez Fuentes y en donde ahora tiene la responsabilidad de administrar la señora Amparo Tapia, es tomado como un verdadero parapeto para supuestas obras de caridad por personas y asociaciones civiles que en un principio dicen no tener aspiraciones políticas y al paso de las semanas o meses se ven identificados con algún color, pero antes ya hicieron un supuesto trabajo “altruista” ayudando al asilo de ancianos.
Situación que se empezará a mostrar a partir de esas fechas y hasta el próximo periodo electoral municipal, donde se verá desfilar a los buenos samaritanos por el asilo de ancianos llevando despensas, ropa o sus supuestas ayudas humanitarias.
Pero el lema o las frases que utilizan es que no hay fines políticos en las acciones que llevan a cabo en beneficio de los adultos mayores que se encuentran asilados y olvidados por sus familias.
Por lo que muchas personas ven que solo son ayudas temporales que no sirven de gran cosa para unas personas que no están horas o días, sino que ahí pasan lo que les resta de vida.
Siendo el mejor de los casos que se sumen al patronato del asilo y así poder ayudar en todo lo posible, no solo en la alimentación de los adultos mayores, sino en el mantenimiento del inmueble, en acudir y dar parte de su tiempo para la atención de las personas.
No solo realizar eventos o llevar cosas mitigan la situación por la que vive a diario este asilo de ancianos donde verdaderamente gente altruista y que no da la cara, apoya en todo momento sin esperar nada a cambio, más que la gratitud de los adultos mayores asilados.