19 de Octubre de 2024
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Mtz.- El HLB, amenaza que viaja en el aire

* Sin embargo, no se descarta que el mal puede llegar en fruta a granel o en transportes

Facundo Bartolo Salazar

Martínez de la Torre, Ver.- Mucho se ha hablado del peligro que representa el limón persa que llega a la localidad  de los estados del sur en lo que respecta a la propagación del HLB o dragón amarillo, no obstante, el peligro real está en el viento, mismo que puede transportar varios kilómetros a la diaphorina citri, el vector de esa plaga, mismo que de esa forma puede llegar e infectar los árboles cítricos, aseveró Nicolás Murrieta Espinoza, presidente de la Junta Regional de Sanidad Vegetal del Totonacapan.

Aun cuando no desestimó la posibilidad de que el citado insecto llegue a la región en la fruta a granel o en algún transporte, con la posibilidad de portar la bacteria, Murrieta Espinoza insistió en que definitivamente, el viento es el medio más efectivo para que viaje ese mal, mismo que amenaza con devastar la citricultura de la región.

Reconoció que aun cuando no se han encontrado indicios de árboles cítricos infectados con el HLB, la bacteria causante del mal ya fue encontrada en la diaphorina citri, por lo que es cuestión de tiempo para que sea detectada la enfermedad propiamente en las plantas. “El problema del HLB es serio”, añadió que el pasado viernes estuvo en la ciudad personal de Sanidad Vegetal, con miras de aumentar más hectáreas a los arcos sanitarios para llevar a cabo los monitoreos correspondientes.

Precisó que en Misantla, el arco aumentará de mil a 2 mil hectáreas, en tanto que en Papantla se abarcarán tres mil hectáreas, por su cercanía con Puebla, situación que la convierten en un área crítica. Anunció que se hará lo propio con Gutiérrez Zamora y El Espinal. Asimismo, informó que grandes empresas como Citrofrut se suman a la lucha contra el HLB, por lo que han solicitado a Sanidad Vegetal la asesoría necesaria para implementar sus propios cercos sanitarios, con lo cual se coordinarán con el resto de los citricultores.

Explicó que normalmente en cada arco trabajan dos técnicos de Sanidad Vegetal, quienes colocan trampas cada 200 metros en zigzag alrededor de las mil hectáreas que abarca cada arco. Con ello se realizan reconocimientos para detectar posible incidencia del HLB, además de que en esa área se proporciona a los productores aceites vegetales y otros productos para ser aplicados en el combate de la diaphorina citri.