* Condiciones actuales en materia demográfica y cultural de la ciudad provocan inundaciones y encharcamientos
Miguel Bautista
Con la entrada en recientes fechas de la temporada de ciclones y huracanes en el país, Martínez de la Torre a pesar de estar lejos de ser una gran urbe requiere de un trabajo profundo en su sistema de drenaje, esto lo han dejado claro las constantes anegaciones y encharcamientos del centro de la ciudad con apenas ligeras lluvias, viéndose rebasados los colectores pluviales casi en su totalidad, cuestión que es provocada por las condiciones demográficas y culturales de los ciudadanos, refirieron especialistas en el tema.
Jaime Belli González, director de Desarrollo Urbano en la actual administración municipal, expuso que son varios factores los que ocasionan que las condiciones meteorológicas causen problemas, en primer término las condiciones atípicas que se viven en la región, donde en un solo municipio llueve sin cesar e incluso en zonas de la ciudad, mientras que en otras no sucede lo mismo.
La ciudadanía y sus malos hábitos
Abordado sobre el tema específico de los encharcamientos y anegaciones de calles en el centro de la ciudad opinó que “la ciudad hace 40 años, pues no había invadido tanto las áreas verdes que sirven de cauces y escurrimientos naturales de la zona, pues estas sirven como vasos reguladores o captadores de la lluvia, filtrándose al subsuelo, hace 30 años por ejemplo en Martínez caía un aguacero y aquí quedaba lleno de lodo, gran parte de agua se consumía, ahora tenemos muchas áreas pavimentadas, por lo que los aguaceros que caen hoy en día llevan agua casi transparente en su corrientes, sin embargo, otros aspectos también cuentan para que se den estas situaciones”.
Evidenció de manera directa la cuestión cultural de los ciudadanos, pues las rejillas de los colectores pluviales se ven taponadas con la basura que arrojan las familias, incluso en el mismo momento cuando azota dicho fenómeno meteorológico
“me consta, que aprovechan cundo está lloviendo, me ha tocado ver cómo las personas cuando ven que está el aguacero arroja su bolsas a la calle, si tienen basura rezagada la sacan y la tiran a los canales, a los escurrimientos, a la calle”.
Los colectores están rebasados
Aunado a ello advirtió que es mayor la cantidad de agua que baja a la ciudad, señalando que el alcantarillado de la ciudad data de hace aproximadamente 30 años, con colectores que ya fueron rebasados en su totalidad en gran medida debido a la conformación de nuevas colonias, por lo que el agua ya no puede esparcirse libremente por zonas que antes no eran ocupadas por núcleos poblacionales, incluso afirmando que por cuestiones topográficas los escurrimientos de estas colonias llegan al centro de la ciudad, sumándole la contaminación y demás, aunque dejó en claro que dichas opiniones no quieren interpretar un sistema obsoleto, sino únicamente rebasado.
Estadísticamente especuló que en casi un 90 por ciento de agua de lluvia que cae a la tierra en nuestro municipio ya no es absorbida, sino que escurre y aumenta su cauce hacia la zona del centro, aumenta además la cantidad de la población, por lo tanto exponencialmente la cantidad de basura y propicia que se inunden las calles como resultado de toda esta armonización descrita.
Principalmente mencionó que en virtud del taponamiento de las alcantarillas la primera causa oficial es el arrojamiento de desechos a las calles, al grado de que en otras ciudades donde el fenómeno de la lluvia es constante se ha tenido que multar a la población que reitera este comportamiento, incluso anunció que se tiene contemplado aún más crecimiento para Martínez de la Torre y la existencia de nuevas colonias, por lo que pide apoyo ciudadano para erradicar o aminorar dichos efectos.
Población creció más de lo esperado
Comentó que en un principio las administraciones pasadas pudieron haber hecho estas obras pensando quizá en un menor crecimiento del municipio, sin embargo advirtió que se está viendo su expansión a pasos agigantados y se debe contribuir desde todos los frentes a mantenerla en buena estado, pues como autoridad se tiene la consigna de trabajar por la población pero no existen los recursos suficientes como para construir colectores pluviales todos los días en virtud del crecimiento demográfico poblacional, sostuvo.
Dijo que dentro de los ayuntamientos existen prioridades, y que esos están enfocados a combatir rezagos en zonas de pobreza, siendo el mayor impacto en este sentido la molestia ciudadana por mojarse los zapatos y demás cuestiones, pero se deben ir previniendo las cuestiones de infraestructura si sigue este fenómeno de urbanización en la ciudad.
Al cuestionarlo sobre la utilidad de crear una policía ecológica para aminorar estas situaciones, declaró que dicha agrupación sirvió en la medida de prevención, pues tocando el bolsillo de los contribuyentes se pudo disminuir dicha incidencia aunque esto solo aplicaba a quienes arrojaban la basura clandestinamente y quienes lo hacían en horarios no establecidos corrigiendo la falta de educación o cultura de respeto al medio ambiente.
Por último, se inclinó por las soluciones más viables, como culturizar al municipio, dotar de mayor infraestructura paulatina a la ciudad, todo ello generado de los impuestos que se registran de industrias, empresas y comercios, pues recordó que esta zona es por excelencia agro industrial y que además está en crecimiento, viéndose mermado en este aspecto, generándose otro tipo de actividades económicas y por lo tanto existen en gran medida las soluciones técnicas, no así, la disponibilidad de los recursos para efectuarlas, por lo que ahora deberán establecerse las soluciones a través de la contribución de ciudadanos y autoridades, concluyó.