* Están en riesgo 10 millones de pesos producto de la venta de acciones de una empresa que permanece sin funcionar
Facundo Bartolo Salazar
Con la pretendida Juguera del Totonacapan, ubicada en El Chote, municipio de Papantla, empresa que supuestamente sería propiedad de los pequeños productores de cítricos de la región, fueron defraudados por lo menos 2 mil integrantes del sector en los municipios de Papantla, Atzalan, Misantla, Tlapacoyan, Martínez de la Torre y San Rafael.
A decir de ellos mismos, son quienes han resultado más afectados por ese fraude muy bien orquestado, en el que están en juego 10 millones de pesos producto de acciones adquiridas por tales productores, quienes desafortunadamente fueron engañados, puesto que sus acciones no tienen ni voz ni voto en una juguera que hasta el momento no está funcionando.
Señalaron que desde el año 2009 fue concebido el proyecto de construcción de la Juguera del Totonacapan, para lo cual se bajaron inicialmente 50 millones de pesos, y a la fecha se llevan más de 170 millones a fondo perdido, supuestamente para beneficiar a los pequeños productores de todos los municipios aledaños a El Chote, municipio de Papantla, donde fue construida la mencionada empresa, la cual hasta la fecha no está en funcionamiento, ni queda claro si los productores de cítricos tendrán participación en el negocio, pero en cambio, aparecen como consejeros independientes Nicolás Murrieta Espinoza, dirigente de la Asociación Agrícola Local de Productores de Cítricos y de la Junta Regional de Sanidad Vegetal; y René Martínez Decuir, presidente del Sistema Producto Cítricos.
De acuerdo con versiones que circulan entre los productores, fueron precisamente los consejeros independientes de la Juguera del Totonacapan quienes se apoderaron de la empresa, y curiosamente a partir del año 2010 se comenzaron a poner trabas por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para que se pudiera disponer de los recursos aportados por esa dependencia para la creación de la empresa en cuestión. Esto, pese a cumplir con los requisitos necesarios para ello.
Dijeron que fue René Martínez Decuir quien falsificó en su momento documentos, firmas y estatutos para que él no tuviera que preguntar a nadie sobre el uso de los recursos que se recibían para la juguera. Cabe hacer mención que el Gobierno Federal depositó al Gobierno del Estado 50 millones de pesos, mismos que a su vez fueron entregados al comité del Sistema Producto Cítricos y fue este organismo que, aconsejado por los propios consejeros independientes, envió esos recursos a empresarios tamaulipecos con los que ya tenían negociaciones para asociarse y conformar un proyecto en común.
Cabe hacer mención de que esa última transacción ocasionó un serio conflicto en el proyecto de la Juguera del Totonacapan, mismo que hasta la fecha no se ha podido superar, manteniendo a la deriva el futuro de esa empresa en la que muchos productores habían puesto sus esperanzas para mejorar su precaria economía.