Explicó que cuando los más jóvenes no saben cómo manejar ese tipo de situaciones, aunado a que es una etapa en que viven las emociones de manera muy intensa, se pueden desencadenar reacciones adversas que los conduzcan a la autolesión o a consumar el suicidio. De ahí la importancia de pasar tiempo con los hijos, dedicarles horas de calidad, conversar con ellos, saber qué sienten, con quién salen, a dónde van.
“Pensamos que los hijos nos dicen todo, pero se reservan muchas cosas”, señaló el Doctor Ramos Pérez, y no basta con verlos acudir a la escuela y sacar buenas notas, sino que también hay que estar muy al tanto de su desarrollo personal completo, preguntarle si se siente a gusto en el grupo de amigos que frecuenta, observar cómo maneja las situaciones, cómo se enfrenta a las dificultades y de qué manera las resuelve, concluyó.