Sin embargo, pese a que las autoridades Federales comisionadas en Salud y Educación, implementaron una serie de lineamientos que prohíben la venta de comida chatarra en escuelas del nivel básico, aún persiste la venta de alimentos industrializados dentro y fuera de los centros escolares.
La prohibición de este tipo de comida es una transición que llevará varios años, debido a que falta educación sobre alimentación saludable en nuestro país, en algunos casos los menores llevan golosinas con alto valor calórico para venderlas entre la comunidad estudiantil.
Afuera de escuelas establecidas cerca del primer cuadro de la ciudad, es común observar a decenas de puestos ambulantes que ofrece todo tipo de alimento, que claramente pasa por alto los lineamientos que establecen multas de hasta 5 mil salarios mínimos, es decir, de entre 318 mil y 336 mil pesos (o el doble en caso de reincidencia), para el personal educativo que "promueva o propicie la preparación, distribución y venta de alimentos prohibidos por el reglamento".