* Apelarán ante Suprema Corte la libertad de secuestradores y asesinos
* No se descarta la posibilidad de serias irregularidades en el proceso
Facundo Bartolo Salazar
Será apelada ante la Suprema Corte de Justicia la sentencia absolutoria, así como la libertad inmediata otorgada por Raúl Barradas, juez de primera instancia en Jalacingo, a los secuestradores y asesinos confesos del médico Pedro Isaac López Rojas, a casi dos años de los lamentables hechos, en que aún no termina el dolor y la decepción por la mencionada decisión de las autoridades judiciales que incluso pone en riesgo a la familia del finado, al estar los delincuentes nuevamente en las calles, informó su viuda, Laura Benavides Macegoza.
Visiblemente consternada, afirmó que “tras los hechos, se siguieron todas las acciones legales correspondientes para que fuesen condenados los secuestradores y asesinos confesos de mi esposo, por lo que lamento profundamente la sentencia absolutoria que fue dictada el 31 de marzo del presente año, incluso con una cláusula que decretaba liberación inmediata”.
No descartó la posibilidad de irregularidades en el caso, pues tal parece que se incurrió en varias omisiones, mismas que casualmente favorecieron la libertad de los delincuentes, sin dar oportunidad a una apelación en forma oportuna, pues Benavides Macegoza afirmó que nunca fue notificada de la sentencia absolutoria que emitió el juez de primera instancia del Distrito Judicial de Jalacingo, Raúl Barragán Silva el pasado 31 de marzo.
Relató que a lo largo del proceso, en que estaban pendientes, siempre se les dijo que todo estaba bien hecho, que no había motivo para preocuparse, puesto que recién se había elaborado la pena máxima para secuestradores, llegando hasta los 140 años.
Dijo haberse enterado de la libertad de los victimarios de su esposo, al haber acudido el pasado 9 de abril a Jalacingo a pedir informes sobre el proceso, habiéndose dictado sentencia el 31 de marzo. Es por ello que, insistió, se hará todo lo posible para llevar a cabo la apelación, aun cuando lo anterior implique riesgos, puesto que quizá estarían a merced de delincuentes capaces de todo en contra de su persona y su familia.
Aseveró que la sentencia en cuestión ni siquiera fue notificada, precisamente a la Suprema Corte de Justicia, tal como lo contempla la ley, irregularidad que no había sido corregida hasta el 9 de marzo. Dijo que eso indica que las cosas fueron hechas con dolo, de manera que casualmente fueron beneficiados cuatro secuestradores y asesinos confesos de su crimen.