Decenas de comerciantes ambulantes y establecidos, diariamente, mantienen invadida la vía pública, obligando a los ciudadanos a arriesgar la vida al caminar en el arroyo vehicular, las autoridades municipales de vialidad, de transporte público y de Protección Civil, brillan por su ausencia, a pesar de los reclamos de la ciudadanía y de los automovilistas.
El turismo que vino al Pueblo Mágico, durante el periodo vacacional de Semana Santa, también se ha visto afectado, pues sólo pudo conocer algunas calles, pero nunca pudo conocer las banquetas, ya que estas están copadas por mercancías, tanto de los vendedores ambulantes, como de los comerciantes establecidos, que aprovechando la ingobernabilidad, también obstruyen calles y banquetas con mesas, bancos y mercancía de todo tipo, hasta fondas y puestos callejeros de comida.
Los comerciantes establecidos se escudan en el pago de impuestos que deben realizar; mientras que los vendedores informales, solo pagan derecho para vender libremente; sin embargo, no hacen la función de ambulantes, pues se quedan varados e instalan sus puestos en forma permanente; otro problema grave es el “apartado” de calles por los comerciantes que se apoderan de la ciudad, por lo que no hay dónde estacionarse.