* Cerca de 1 millón de pesos invertirá la administración de Bocarando
* Comunidades olvidadas y zonas ecoturísticas, sin apoyo
* Un 70% del presupuesto fue subsanado por el Gobierno Estatal sin ser invertido en obra alguna
Miguel Bautista
Ante el informe del monto previsto para el Festival Filobobos, el cual ronda el millón de pesos que anunció con bombo y platillo el propio alcalde atzalteco Orlando Bocarando, habitantes del municipio de Atzalan piden que esos recursos se inviertan en las necesidades de la población, que son muchas, desde servicios básicos hasta el estado de las carreteras y caminos comunitarios, pues por no atender estos problemas se han dado accidentes como el ocurrido en Plan de Arroyos. Además de que este tipo de actividades solo son para tratar de levantar la mala imagen que se tiene de la actual administración.
Fue en rueda de prensa donde el funcionario municipal se ufanó de una gran cartelera que se tendrá gracias a un derroche de recursos provenientes de los tres niveles de gobierno, insistiendo en que este tipo de eventos incentivaría la cultura, cuestión que no ha sido bien tomada por la mayoría de habitantes que solo ven en esta fiesta un despilfarro económico y no la intención de cubrir ciertos aspectos que son evidenciados diariamente en las partes más alejadas del municipio.
Aunque como se puede ver en la cartelera que han presentado los organizadores de dicho festival, se verán durante los dos días de festival artistas de renombre y poco apoyo o difusión a las actividades culturales, cuestión que ha querido disfrazar con la participación de artistas locales a los cuales poco o nulo aporte se les ha brindado hasta este momento.
De acuerdo a sus exaltadas expectativas, se espera un arribo de aproximadamente 4 mil o 5 mil personas, visitantes que según su propia opinión rebasarían el promedio del año anterior, aunque factores propios de dicho municipio como la inseguridad que se vive, el pésimo estado de las carreteras e incluso la pobreza extrema en que viven la mayoría de las familias podría ser detonante de abstencionismo o simulación en estos eventos.
De fraguarse estas volátiles ideas con dicho festival, se espera que la derrama económica que generaría tal fiesta se lleve a las comunidades donde más carencias se viven en materia de servicios, ya que pocas obras se han inaugurado en su administración, pretendiendo tener un público regional lanzando invitaciones a otros municipios, cuando sus propios habitantes deprecian o minimizan dichas festividades.
Y aunque planteó el rescate de sitios arqueológicos y lugares ecoturísticos olvidados en su municipio, aún con ayuda del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pretende hacerlo, pero se prevé difícil que lo logre, puesto que dicha situación se viene evidenciando desde hace algún tiempo poniendo en entredicho tales ideas, viendo solo el lado económico que dejará dicho negocio en la zona.
Finalmente, para rematar su conferencia, aclaró que la entrada a dichos eventos no tendrá costo alguno, aunque habría de implementarse la campaña de “1 kilo de ayuda”, esto para quienes de manera voluntaria gusten apoyar con este donativo y dichos víveres serán entregados a comunidades alejadas de este municipio.
Aunque en este tema faltaría ver si dicha aseveración será cumplida y no sea utilizada para otro tipo de fines como es costumbre, la mayoría de ellos entregados ahora en épocas electoreras en condición de dádivas a los ciudadanos a cambio del ansiado voto.