En esta ciudad la situación no pinta mejor, máxime que siendo cabecera de Distrito, la candidata del albiazul, Chantal Barajas Ichante, es una priista, que no sólo ha sido cuestionada por los propios panistas, sino que enfrentará un fuerte rechazo de grupos de defensa de las mujeres y la equidad, debido a sus deplorables actitudes cuando fue designada como titular del Instituto Municipal de la Mujer (IMM).
En Tihuatlán, donde el PAN fue la primera fuerza política, los militantes están huyendo, en buena medida por los yerros de sus representantes y los abusos cometidos por su regidora, María de los Ángeles Martínez Romero a quien no hayan como controlarle las manos porque lo mismo se clava el dinero de la renta del local para la sede de su partido, que descuida sus comisiones como regidora, al grado que ya fue despojada de Industria y Comercio por su marcada irresponsabilidad.
En Álamo la situación es aún peor, luego de que el dirigente estatal del albiazul, José Mancha Alarcón declaró en días recientes que “alguien cercano al poder le pidió negociar algunas candidaturas”, lo que es grave sobre todo ante lo que se dice el distrito donde la cabecera es la citrópolis que Roberto Cortez Hernández, candidato a la diputación federal, fue enviado a perder pues no tiene dinero ni para terminar su casa.
Este pobre hombre no podría enfrentar una campaña electoral y los costos que implica, máxime que los alamenses saben que aún no puede terminar de construir su casa, obra que empezó desde el trienio pasado.