Aunque las revisiones están a cargo del Departamento Contra Riesgos Sanitarios, de la Jurisdicción Sanitaria número 3, no se ha entregado los resultados de las verificaciones y análisis al agua que supuestamente está purificada y que se comercia en el municipio, en unidades que ni siquiera cuentan con un logo oficial de la empresa.
Estas pseudo empresas podrían ocasionar un grave problema de salud en la población, el cual se vería reflejado en el aumento considerable de las enfermedades gastrointestinales, a consecuencia de que el agua podría estar contaminada.
El comercio del agua, añade, opera con escasa supervisión de las autoridades, cuando se supone que debe ser un mercado regulado y no es así, se desconocen muchos de sus procedimientos de purificación, de sus fuentes de aprovisionamiento, si son pozos propios o la obtienen de las tuberías municipales, de sus análisis de laboratorio y, en general, se desconocen sus convenios respectivos.
Mientras tanto miles de ciudadanos que padecen crisis económica no tienen otra opción que arriesgarse y consumir este tipo de agua, principalmente por su bajo costo y fácil acceso.
Cabe mencionar que un mal manejo del agua y cloración puede causar severos daños a la población, ya sea la inadecuada purificación o el uso excesivo de productos químicos como el cloro para desinfectarla.