En Poza Rica, con la anuencia de la Delegación de Transporte Público, se ha instalado un parador de este tipo de autobuses frente a la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana.
Entre las vetustas unidades, se encuentran algunos como el que aparece en la imagen, que conserva un guardafangos con la leyenda “Chimecos”, autobuses que adquirieron una mala reputación en el Estado de México por la forma en que son conducidos, y que ha cobrado la vida a innumerables personas.
Con más de cinco décadas de servicio y sin una razón social que los acredite, estos autobuses circulan arrojando enormes cantidades de humo negro; sus asientos se encuentran en deplorables condiciones y la lámina de la carrocería ha sido reparada una y otra vez para cubrir la corrosión.
Estas unidades cubren las rutas a las comunidades del municipio de Cazones, donde las malas condiciones de la carretera han provocado que algunos concesionarios dejen de prestar el servicio a la Barra de Cazones, la playa más cercana a esta ciudad.
Diversas empresas concesionarias siguen utilizando este tipo de unidades, para prestar el servicio a las comunidades de Tihuatlán o Papantla. En el caso de Poza Rica, los autobuses con mayor antigüedad de la empresa ATPC, son enviados a cubrir las rutas hacia los municipios de la Sierra del Totonacapan.