Consideró que ante ello la idea de instalar en la región sur del estado una planta generadora de fertilizantes favorecerá el bajo costo de esta clase de productos.
Aseveró que el precio de los fertilizantes “afecta mucho” a los campesinos de áreas indígenas, quienes con su economía no pueden cubrir el precio de fertilizantes que son trasladados desde otro país, elevando sus costos y que los campesinos no pueden solventar.
Dijo que por ello el campesino indígena requiere de atención, acompañamiento, asesoramiento, gestoría, “pero sobre todo ponerse en los zapatos, o aquí diríamos en los calzones, o en la camisola” de los indígenas”, estableció el entrevistado.
La presencia de una planta generadora de fertilizante pretende acercar la producción a las áreas en donde se hace generar a la tierra, evitando con ellos los intermediarismos o el coyotaje, pero más aún, la migración, que es un problema que afecta a las comunidades, concluyó.