* Más allá de asistir a las sesiones y realizar funciones ejecutivas y administrativas al interior del INE
Facundo Bartolo Salazar
Los consejeros electorales deben dar prioridad al trabajo de campo, más allá de asistir a las sesiones y realizar funciones ejecutivas y administrativas al interior del Instituto Nacional Electoral (INE), sobre todo sabiendo que ellos son los encargados de supervisar todas las actividades que implica el proceso en marcha que culminará el próximo 7 de julio, opinó el licenciado Rafael Tolentino Calderón, conocedor del derecho electoral, quien reconoció que en algunos momentos los consejeros se encuentren más abocados en cuestiones jurídico electorales que políticas, pues esto último corresponde a los representantes de partido, siempre y cuando estén bajo la tutela de la Ley Federal Electoral.
Expuso que corresponde a los tribunales sancionar actos indebidos por parte de precandidatos, candidatos o partidos políticos, no obstante, indicó que las pruebas de tales irregularidades nacen en los consejos distritales, a través de los representantes de los partidos políticos y consejeros, de tal forma que estos últimos automáticamente “pasarían la bolita a los tribunales competentes para conocer y sancionar determinadas violaciones en las que caigan los partidos políticos. Afirmó que hasta el momento no se ha incurrido en ilícitos durante el proceso electoral, al menos en el distrito.
Tolentino Calderón aseguró que los consejeros electorales están trabajando de tiempo completo en lo que se refiere a la capacitación y organización de todos los funcionarios que participarán en las casillas electorales. Reconoció que, definitivamente, los consejeros tenían más facultades, no obstante, los propios diputados federales, quienes lógicamente son representantes de los partidos políticos, siempre están reformando la ley electoral. Es por ello que, manifestó, siempre ha sostenido que la democracia nunca se maneja solamente con un concepto, sino con varios que prácticamente la hacen inalcanzable, en virtud de que nunca están conformes los partidos, de ahí las constantes reformas.
Aseveró entonces que el cambio del IFE al INE fue solamente de nombre, porque los mismos hombres siguen al interior de esa institución, pese a que es necesaria la movilidad de funcionarios, sin perder sus derechos laborales.
Lo anterior, al tomar en cuenta que anteriormente esos derechos o existían, enfatizando el entrevistado que cuando fungió como funcionario en la antigua Comisión Distrital Federal Electoral; no descartó la posibilidad de verificar si todos los consejeros electorales cumplen cabalmente con su trabajo, pues algunos de ellos no tienen necesidad económica, por lo que quizá no les interesa más que asistir a las sesiones extraordinarias u oficiales que marca la ley, en contraparte a otros que por tener más necesidad ejecutan su trabajo tal cual debe ser. Consideró la posibilidad de que también haya consejeros que independientemente de los recursos, muestren gusto por su trabajo, y por tanto observan el mejor desempeño de sus funciones. Finalmente, dijo que los consejeros electorales tienen más peso político y jurídico, puesto que ellos tienen voz y voto, mientras que los representantes solamente tienen voz, pero no voto.