Abarrotada, la misa del “Miércoles de ceniza” en la Catedral
Liz Martínez
Tuxpan
El señor Obispo Juan Navarro Castellanos confirmó que durante el periodo de preparación de 40 días hacia la Semana Mayor, todas aquellas mujeres que hayan abortado o bien quienes hayan colaborado en ello podrán ser absueltos de su “pecado”, siempre y cuando se arrepientan realmente y se comprometan a no volver a incurrir en un acto similar.
Explicó el representante católico que facultó a los sacerdotes a efectuar la absolución, porque únicamente estaría en posición de perdonar la falta considerada como grave un Obispo, pero él dio la autorización para que puedan recibir la confesión de quienes estén en condiciones de hacerlo.
Cabe recordar que el aborto es una falta grave contemplada en el Canos 138, que establece que quien lo procure, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae.
Exhortó a que se acerquen a las confesiones los que han tenido que ver directamente o no con tal situación, porque saben que son personas que sufren y generan dolor, porque a pesar de haber pasado 10 años, 25 o más, la carga de conciencia permanece y deben llegar al arrepentimiento, porque “Dios es misericordioso y perdona”.
Se trata de un pecado reservado y por la gravedad que significa “desde el punto de vista de la fe católica se reserva al Obispo, pero también delegamos y sobre todo en la Cuaresma, a los sacerdotes para que también puedan absolver por ello”, para que en la Diócesis de Tuxpan puedan hacerlo.
La misa de las 8:00 horas en la Catedral de “Nuestra Señora de la Asunción” estuvo abarrotada e incluso las personas estuvieron de pie, al haberse ocupado todas las bancas, y fueron insuficientes las 20 que recién fueron colocadas en las partes laterales.
Monseñor Navarro Castellanos indicó que los católicos podrán perder la confesión, faltar a la misa de los domingos, pero la ceniza no, e indicó que es un signo que “es muy sencillo y a la gente le llama la atención y quizás a veces puede confundirse un poquito y pensar que es como algo mágico, es un simple signo con lo cual se nos recuerda que somos mortales y no estamos aquí para siempre”.
También recordó que la ceniza colocada en forma de cruz indica que se ha pecado, invita a reconocer que se ha cometido alguna falta, porque “la Iglesia dice que el más justo peca siete veces y la experiencia nos enseña que todos hemos cometido errores”.