Apenas un día antes, el doce de febrero, en reunión con representantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), fue instalada la Comisión Mixta Región Norte de colaboración entre Exploración y Producción y la CMIC, para que empresarios locales accedieran a proyectos de inversión, que para este año tenía autorizado un presupuesto de 56 mil millones de pesos (MMDP).
El anuncio ya generó nerviosismo entre los empresarios de la región, quienes recientemente fueron convocados a una junta por Plácido Gerardo reyes Reza, encargado de despacho de la Subdirección de Pemex Exploración y Producción (PEP), Región Norte, quien con bombos y platillos les anunció que la abundancia volvería a Poza Rica y la Región y, de paso, los regañó por no estar debidamente capacitados y capitalizados para enfrentar los retos que la reforma energética impondría con los nuevos modelos de contratación.
Con esta noticia los sueños de los empresarios de la zona norte sobre administrar la abundancia prometida por Reyes Reza se vienen abajo y los devuelve a la amarga realidad de una región empobrecida, sin inversiones y cuya única esperanza, Pemex, está siendo desmantelado y entregado a las compañías extranjeras, siempre ansiosas de saquear recursos, explotar trabajadores y defraudar a los inversionistas locales.
Durante la reunión fueron expuestos los proyectos de inversión de la empresa productiva del Estado en esta región, donde se estima se encuentra el 42 por ciento de las reservas 3P (probadas, probables y posibles), con una esperanza de producción a 90 años.
Al siguiente día, el Consejo de Administración de Pemex aprobó el plan de ajuste presupuestal de 62 MMDP presentado por el director general de Pemex; significando una reducción de 11.5 por ciento respecto al presupuesto autorizado por el Congreso de la Unión.
Esta medida limitará varios de los proyectos de inversión de Pemex para este año, afectando la ejecución de obras trascendentales para el país, como la reconfiguración de refinerías y los proyectos de gasolinas y diesel limpios.
Con este nuevo recorte, Pemex tratará de minimizar el efecto en la producción de crudo y gas, así como el impacto en la restitución de reservas; manteniendo la cobertura de la demanda nacional de derivados de petróleo e incrementar la rentabilidad de la empresa, minimizando cualquier impacto en la seguridad y confiabilidad de las instalaciones.
Este nuevo apretón al cinturón de las finanzas de Pemex, se da en relación a la caída abrupta de los precios internacionales del petróleo durante los últimos ocho meses, cuando la mezcla mexicana de exportación se cotizaba en 86 dólares por barril en promedio, y que precisamente el 13 de febrero se encontraba apenas en 49.97 dólares por barril, luego de que en enero alcanzó un nivel mínimo de 37 dólares.
El Congreso de la Unión había autorizado a PEMEX ejercer 540 mil millones de pesos de gasto programable en 2015, de los cuales una tercera parte están destinados a la operación y al cumplimiento de las obligaciones laborales y de pensiones; mientras que las dos terceras partes restantes, equivalentes a 366 mil millones de pesos, son para la ejecución de los planes de inversión.
En el balance financiero programado para este año, se estima que la empresa presente un déficit de 155 MMDP, luego de equilibrar los ingresos y egresos, incluyendo el pago de deuda.
RENEGOCIARÁ CONTRATOS ASIGNADOS
Este nuevo recorte al presupuesto de Pemex, motivó al Consejo a instruir a la Administración de convocar a los contratistas con quienes ha firmado contratos en las diferentes regiones y proyectos, para renegociar los términos y montos de los mismos.
También se ha instado a la reducción del gasto corriente en lo relativo a recursos humanos y servicios personales, a fin de reducir el impacto de los proyectos de inversión, tal y como lo han realizado las empresas del sector petrolero a nivel mundial.
Durante el primer bimestre del año, grandes corporativos como Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes, anunciaron recortes en sus fuerzas de trabajo para amortiguar el impacto de la caída de los precios del petróleo y por ende, los montos de inversión de sus clientes, como es el caso de Pemex con este nuevo recorte.
Otra de las medidas que se aplicarán este año para dar seguimiento a los proyectos previos, y que era más que evidente, será la apertura de estos al capital privado, acción ya legalizada durante la aprobación de la Reforma Energética.