18 de Octubre de 2024
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Chumatlán - “Mi hijo será el presidente”

 

Grita Rutilio y junto con su vástago, Édgar Espinosa, visitan casa por casa el municipio

 

Por Sabino Bautista Juárez

Chumatlán, Ver.- El ex alcalde Rutilio Espinosa Pérez no duerme y lejos de resignarse a perder el poder que dos alcaldías le dieron, ahora intenta imponer a toda costa a su hijo Edgar Espinosa Salazar, quien va en busca de los pasos de su padre.

Antes de que concluya el primer semestre de este año ya se deberá contar con presidente municipal en este lugar, y hasta donde se sabe, Espinoza Pérez ya no piensa en su hermano Albertín, pues de acuerdo con su febril idea, es su hijo quien le garantiza el triunfo en esa elección.

Es importante destacar que durante el trienio de Espinosa Pérez, éste trabajó más el bienestar propio y el de su familia, y abandonó por completo a la población en general, principalmente a los moradores de Lázaro Cárdenas, antes Santa Ana, donde nunca les echó a andar su red de distribución de agua entubada, ni hizo el muro que tanto le pidieron para evitar inundaciones en las partes bajas.

Tampoco mejoró las condiciones del camino, pero en cambió modificó el cauce del río por la enorme cantidad de grava, piedra bola y arena que sacó del lecho para alimentar su constructora, con la cual se daba trabajo en el mismo ayuntamiento que presidió.

Ahora, va de casa en casa con su hijo Edgar, y por los medios posibles trata de que la gente lo apoye para buscar la Presidencia Municipal en las elecciones de este año.

 

ANSELMO, DEL PAN AL PRI

Padre e hijo pretenden aprovechar el enojo de la población, ya que en el caso del panista Anselmo Gómez Olmos, quien el año pasado jugó la candidatura por la alcaldía con el partido azul, ahora se fue al PRI, fracción que ya lo tiene contemplado como su gallo para la nueva contienda electoral municipal.

Chumatlán, otrora municipio tranquilo, desde hace más de seis meses está convertido en una olla de grillos, y la encarnizada disputa por el poder trascendió las fronteras del Estado, por el robo de urnas y violencia desatada en las elecciones del 7 de julio del 2013, actos vandálicos tras los cuales se dieron por anulados los comicios, pues no se garantizaban de ninguna forma los resultados.