* Elementos de la canasta básica no son producidos en la zona a pesar de su riqueza natural
José Miguel Bautista Hernández
Martínez de la Torre, Ver.- “Martínez de la Torre es una zona agrícola, ganadera y citrícola y ahora resulta que tenemos que comprar maíz porque en el municipio no se produce, habiendo naranjas y limones, pero no hay productos naturales de la canasta básica, no hay frijol o maíz porque la gente no lo cultiva, son inexistentes los proyectos para apoyarlos, es preocupante porque la crisis en el campo es muy grande, especialmente en las zonas rurales, que es donde existe mayor pobreza”, explicó Marcos Martínez Guerrero, productor de este municipio.
Asegura que la falta de apoyos para el campo sobre todo en maquinaria hace que no haya una mayor producción, nulificando nuestra competencia estatal y nacional, citó como ejemplo que en el vecino país del norte en una hectárea se producen de 13 a 15 toneladas de maíz, mientras que en México se producen forzosamente cuatro toneladas como máximo, pues no hay herramientas, ni apoyos o en muchos casos se posee la tierra pero no la maquinaria para trabajar, lo cual nos indica que no somos autosuficientes para competir con un mercado internacional.
México tiene que importar productos como el maíz o el frijol porque México siendo un país agrícola no lo hacemos, otro problema que enfrenta el campo son las grandes dependencias como Sagarpa, Sedesol, Fira, FIRCO y bancos rurales que ponen muchas trabas para otorgar créditos, haciendo casi imposible los apoyos para proyectos productivos.
Otro ejemplo doloso es la enorme cantidad de ingenieros agrónomos que venden agroquímicos o se dedican a otra actividad, porque en el campo se acabaron las oportunidades de crecimiento, dejan de brindar asesoría a la gente que produce en el campo resultando en pérdidas de producción.
Afirmó que la nueva ley agraria dice que dos personas en sociedad pueden comprar o ser propietarios de hasta 20 mil hectáreas, sin embargo los que sabemos de campo sabemos que se necesitan 20 trabajadores para atender debidamente una hectárea y los únicos que tienen este tipo de capital son los grandes empresarios, pues los campesinos no tiene ni para hacerse de una pequeña porción de tierra fomentando con esto la nueva creación de latifundios.