Juan Carlos Jiménez Benavídez
Personas que se dedican al corte de naranja, se juegan la vida arriba de las camionetas y camiones para transportarse a sus lugares de trabajo y quienes no cuentan con las medidas de seguridad necesarias, en donde en un accidente pueden salir disparados y resultar seriamente lesionados como se presentó hace algunos días en la localidad Francisco I. Madero.
Esta situación se puede observar por las diferentes carreteras de esta región donde los campesinos al trasladarse a sus lugares de trabajo, en ocasiones se van encima del producto sin protección alguna, lo cual en un “enfrenón” pueden terminar sobre el pavimento y lo peor del caso que los mismos conductores se olvidan de las personas que llevan consigo y conducen con velocidades inmoderadas, y después de los accidentes que se presentan dejan las unidades abandonadas para evadir la responsabilidad.
Cabe hacer mención que estos humildes ciudadanos, pero que de manera apropiada trabajan para generar ingresos a sus bolsillos y mantener a sus familias, desafortunadamente no saben si durante su jornada de actividades llegarán con bien a casa o se vean envueltos en alguna tragedia que los lleve a perder la vida.
Estas situaciones son difíciles de combatir y controlar, ya que al no contar con una cultura y tomar medidas de precaución en las diferentes unidades en las cuales se trasladan estos campesinos, que solo realizan un trabajo digno pero que su vida está en el aire.
Ante esto es necesario que los mismos trabajadores del campo apliquen medidas de seguridad y eviten verse envueltos durante un accidente como se registró en la localidad Francisco I. Madero, donde tres personas resultaron lesionadas al terminar volcada la unidad donde circulaban dado que los trabajadores como es costumbre viajaban sobre los diferentes productos.
