* Positivo para gobiernos, la pobreza extrema en sus campañas electoreras
Miguel Bautista
Un fuerte furor generalizado ha provocado el rechazo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la propuesta de aumentar el salario mínimo hecha por el Partido Acción Nacional, esto después de haberse declarado inconstitucional, por lo que muchos líderes de comerciantes, asociaciones civiles y representantes populares han expresado su sentir al indicar que esto no convenía a los intereses del gobierno, ya que conviene conservar a las clases vulnerables para la búsqueda de votos en procesos electorales.
En este sentido, Tolentino Salvador Perea, representante de la Asociación Civil a Favor de un Mejor México, expuso que esto es un duro revés a las aspiraciones de muchos mexicanos que veían en esta iniciativa una posibilidad de mejoría, puesto que la situación económica de muchos connacionales es precaria, y esto dijo, se puede comprobar en las estadísticas de pobreza y pobreza extrema que se hacen cada vez más evidentes en nuestro país.
Así mismo insistió en la idea de que los cinturones de pobreza, las comunidades marginadas, la falta de servicios e infraestructura en muchas comunidades rurales y demás, son propicios para que el gobierno federal e incluso los partidos políticos “hagan su agosto” en campañas políticas, repartiendo despensas, láminas y hasta indumentarias con la esperanza de ganar adeptos, pero no conforme con ello también las promesas de mejoría de sus comunidades, colonias o pueblos sin resultado alguno más que la riqueza de unos cuantos.
Ante esos preceptos reiteró que el aumento a la canasta básica es más que evidente, los gasolinazos e impuestos es algo con el que las personas ya no pueden, citando sus palabras expuso que: “en este país cada día se está peor, y cuando se miraba un rayo de esperanza para todos los mexicanos, resulta que no se puede, pero yo creo que no se puede porque no conviene a los intereses de las empresas, los poderosos, y toda la burocracia que tienen sueldos tan inflados”.
Reiteró que el salario mínimo no alcanza para vivir dignamente a una familia, en eso hay que darles el mérito a las amas de casa para estirar el gasto, exteriorizó, “aunque además si los rechazaron de manera tan tajante es porque los que lo hicieron no lo necesitan, se vive en un país donde la riqueza está mal repartida, porque los diputados y senadores ganan fortunas y la clase trabajadora que es la mayoría apenas si asegura su supervivencia diaria”, enfatizó.
Confió en que los gobiernos venideros sean más propositivos y rescaten este tipo de iniciativas, aun cuando esto implique reformar la ley o la constitución, ya que si se quiere un país mejor o un cambio verdadero, no deberían darse mejorales a la pobreza con programas sociales, ya que esto crea un pueblo dependiente y vulnerable.
