* Pide iglesia mantener tradiciones
Brenda Pérez Aguilar
“La celebración del ‘Día de Muertos’ es una de las festividades y tradiciones que configuran el ser de la nación, lo que nos habla de que la vida es trascedente”, remarcó el presbítero del santuario parroquial Nuestra Señora de Guadalupe en Villa Independencia, Constantino Rodríguez Reyes.
Explicó que al colocarles los alimentos a los difuntos en las ofrendas, se crea un vínculo, lo que es una manifestación de fe y certeza en que la vida es eterna y no se acaba.
“Morimos las personas, pero la vida continua, está más allá de la muerte de un ser querido y es algo que la iglesia católica valora e impulsa, explica y catequiza por medio de ello para que no se pierda esta expresión de fe y esperanza en la vida eterna”, precisó el párroco.
Rodríguez Reyes comentó que a pesar de la influencia de otros países, la celebración de Todo Santos es muy fuerte y no se olvida.
“La interculturalidad es uno de los signos característicos de nuestro tiempo, las culturas se interrelacionan y más ahora con la presencia de las redes sociales, nos invade el halloween y se va conformando otra cultura más mestiza, más intercultural, es uno de los signos de este tipo, pero en medio de esto pedimos que no se pierda el sentido propio de nuestras tradiciones”, refirió.
Por ello, la iglesia les pide a las personas mayores ser el vínculo para inculcar a las nuevas generaciones el sentido tan importante de estas tradiciones, de esas expresiones culturales que llevan un mensaje de fe y esperanza para todo cristiano.
Asimismo, destacó que en muchas regiones varía la tradición, por ejemplo en algunos lugares la fiesta empieza desde el 29 de octubre, porque lo relacionan con las condiciones en que las personas murieron.
“Yo estuve en la sierra de Papantla y ahí, les ponen una ofrenda especial a las personas que murieron fuera de casa, que fueron asesinados, o asaltados o que fallecieron en algún accidente, hay otro día especial para quienes murieron en el agua, que se ahogaron en los ríos o en la playa y también otro día para quienes murieron sin bautismo, posteriormente se recuerdan a los niños y los adultos. El número de días varía, pero los más significativos son el primero y el dos de noviembre”, recordó.
EL PRIMERO DE NOVIEMBRE:
Para la iglesia católica, el primero o uno de noviembre es la festividad de Todos los Santos que impulsa el valor de la santidad, que procede de Dios y santifica a las personas que la escuchan y se dejan guiar por su palabra.
“Se refiere a todos los santos, es un concepto global de santidad que abarca a todas las personas bondadosas, que hacen algo por el bien de los demás, la sociedad, por el mundo, aunque no esté en el catálogo de los santos, en lo que se llama Cano o lista de los Santos”, expuso.
EL DOS DE NOVIEMBRE:
El día dos, se lo dedica a todos los Fieles Difuntos, porque tiene también ese concepto de globalidad, en la iglesia católica hay tres nociones que se utilizan hoy día para la cuestión pastoral, la noción de conjunto, la noción de proceso y la globalidad y por ello en todas las fiestas litúrgicas, católicas siempre están presentes esos tres conceptos.
“Cuando habla del conjunto y dice Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos se refiere a todos, y globalidad quiere decir que son de todas las culturas de todo el mundo, raza, religiones, creencias y lo mismo que la vida es un camino donde la persona se va perfeccionando poco a poco, porque a la vida eterna se llega mediante un proceso existencial, que se recorre aquí en la tierra de acuerdo al número de años que Dios le da a cada persona y en ese proceso va logrando una comunión o una amistad con Jesús y se va identificando con Dios”, concluyó.
