* Se deben regular más no prohibir estos actos circenses, pues generaría desempleo
* Solo se hacen estas leyes para que el Partido Verde Ecologista gane votos en las urnas
Miguel Bautista
Como meras cuestiones partidistas y para ganar votos calificó el administrador del Circo Romany, Guillermo González Arteaga, las legislaciones que prohíben el uso de animales en actos circenses, pues a pesar de que han sido señalados de crueldad y maltrato nada se ha podido comprobar, además de que las nuevas formas de adiestramiento son distintas y no se negarían por ningún motivo a una regulación o supervisión; sin embargo, la prohibición generaría desempleo como ya ha ocurrido en algunos circos en nuestro país.
Calificó como una mala campaña la que se ha hecho contra la familia circense, sobre todo diciéndole a la gente que proteste por traer animales, ya que desgraciadamente estos y otros circos no tienen el poder que tienen las corridas de toros, los gallos y demás.
El empresario afirmó que las nuevas prácticas de adiestramiento en caballos, elefantes, tigres y demás son en base a premios y no a golpes o latigazos, por lo que la enseñanza es en base a la repetición, ejemplificando que es igual que los animales acuáticos o shows de otro tipo.
Dijo que muchos videos circulan de este tipo, pero ninguno perteneciente a nuestro país, o al menos esto no ha podido ser comprobado, evidenciando que eso ha venido a repercutir en la familia circense por la falta de entradas, ya que muchas veces estos seres son la atracción principal de sus carpas, y las familias vienen a ver sus shows, por lo que resulta ilógico según su versión que un circo maltrate sus propios animales cuando éstos cuestan un gran porcentaje de manutención.
Evidenció que dentro de esta legislación no se contempla otro tipo de crueldad más evidente como son las corridas de toros, donde les hacen sufrir de más debido a las heridas infringidas, caso similar son las peleas de gallos, incluso las peleas de perros o la charrería misma.
Exteriorizó que la misma ciudadanía en muchas ocasiones acuden a verlos por el sentimiento de cercanía que se tiene con ellos, pues en su caso dijo que su principal atracción es una camioneta monster truck, pero la gente sigue prefiriendo otro tipo de shows como las acrobacias que realizan diversas especies que actúan y trabajan.
Relató que incluso algunos circos ya han cerrado sus puertas debido a este hecho, citando como ejemplo al de los Hermanos Vázquez, otros que han copiado este tenor son los Atayde Hermanos, aunque estos últimos han decidido vender franquicias y subsistir con ello, criticó que muchos de los detractores digan que copien el estilo del “Cirque du Solei”, desconociendo rotundamente que este emporio pertenece a una familia adinerada y que tienen para pagar nóminas estratosféricas por los artistas que allí trabajan.
Dijo que ellos no se oponen a la regulación, explicando que están regulados y sancionados por la Semarnat y la Profepa, ya que tienen que dar de alta y de baja a todos los animales que se encuentren laborando, incluso Protección Civil acude cada vez que se instalan para checar si sus instalaciones son seguras, por lo que ellos cumplen todos estos preceptos y considera justo el que los dejen trabajar adecuadamente, además de que no se oponen incluso a que las instancias municipales verifiquen cuando gusten si existe maltrato o no en las actividades circenses.
Incluso como dato extra dijo que como ejemplo de supervivencia, en los zoológicos de México es muy difícil que se reproduzcan las especies en cautiverio, pero en el caso de dos circos mexicanos pudieron tener crías de animales.
Dijo que en el caso del desempleo se habla de domadores, entrenadores, personal de limpieza y demás, además del concepto y aclarado de la baja automática de entradas, mermando todo esto las fuentes de trabajo, incluso expuso que el libre albedrío siempre ha existido, por lo que la sociedad decide cuando quiere pagar un show o no, sobre todo cuando crea que se vulneran sus sentimientos o creencias.
Por último, pidió comprensión de la sociedad hacia su trabajo, pues cada quien tiene la idiosincrasia inculcada, pero pidió no dejarse llevar por este tipo de campañas que solo afectan a generaciones completas de cirqueros, pues contrario a lo que muchos piensan, el trabajo de circo es generacional, donde hay personas que no conocen otra vida más que la de las carpas y esto ha representado un duro golpe hacia su porvenir.
