* Solo se acuerdan de ellos el 3 de mayo
Jorge Parra
Mientras las riquezas naturales y culturales de Misantla, han despertado el interés en potenciales visitantes turísticos, poco o casi nada ha hecho la población para preservar los sitios turísticos de los que se presume, un ejemplo claro de ellos son los pocitos, Nacaquinia y Zotuco.
Si usted acude a cualquiera de estos dos nacimientos de agua íconos de la cultura misanteca, podrá ver con decepción que ambos, tienen en su interior latas de refresco y bebidas embriagantes, tapas de plástico, envases de refresco, monedas y un sinfín de desperdicios, que son arrojados por los mismos misantecos.
La tradición cuenta que al tomar de sus aguas, el viajero regresará a Misantla para quedarse, sin embargo la suciedad que se encuentra en el fondo del pozo, hace que los viajeros, prefieran padecer la sed que arriesgarse a contraer una infección intestinal.
Y es que pese a que se desea hacer de Misantla un destino turístico sus principales atractivos son abandonados a su suerte, tanto por autoridades como por la misma ciudadanía, la cual lejos de cuidar íconos como son los manantiales, los contamina diariamente.
Tal parece que la ciudadanía ha restado importancia a los afluentes que anteriormente eran vistos como fuentes de vida, pues cuando aún en la ciudad no había servicio de agua potable, estos pozos eran de uso común y la población salía a abastecerse del vital líquido en ellos.
Actualmente los pocitos solo son atendidos durante el día tres de mayo cuando propios y extraños se bautizan con sus aguas y los comités resguardan celosos la integridad de los manantiales por lo menos una semana antes de la fiesta, pero después de la música, los cohetes, los padrinos, las cruces y los bautizos, los pozos de Misantla, pasan a ser materia olvidada e incluso despreciada por los mismos habitantes.
