* Cada tres meses, los senectos deberían recibir por lo menos cinco mil pesos para solventar sus gastos
Facundo Bartolo Salazar
Apoyos para la tercera edad no alcanzan ni para comer, de tal manera que, en lugar de entregar alrededor de 2 mil pesos cada tres meses, las instituciones asistenciales deberían apoyar a los viejitos por lo menos con 5 mil pesos, pues con ello si sería suficiente para solventar sus necesidades más inmediatas, manifestó Emiliano Zapata Mora, beneficiario de pensión alimenticia.
El entrevistado señaló que cada tres meses recibe un poco más de 2 mil pesos, pero resulta que esos recursos no le alcanzan ni siquiera para sobrevivir tres semanas, sobre todo al tomar en cuenta que en su caso personal tiene que pagar por lo menos 500 pesos de la renta del cuarto donde vive, ya que no cuenta con vivienda propia. Insistió en que con el dinero que le dan difícilmente puede solventar gastos varios como la energía eléctrica y agua potable, además de medicamentos, los cuales en muchas ocasiones no hay en las instituciones de salud.
Zapata Mora comentó que no es necesario ser viejo para vivir en condiciones muy precarias, pues independientemente de que algunas personas sean jóvenes pueden padecer de enfermedades que las obligan a permanecer postradas en cama y por lo tanto requieren del apoyo de alguna institución asistencial. Reiteró que con mayor razón, las personas de la tercera edad, deben ser consideradas en primer lugar para recibir más apoyos, mismos que muchas veces les son negados.
Dijo que al no contar con familiares que lo ayuden a subsistir, tiene la necesidad de pedir limosna, con lo cual logra completar los recursos necesarios para no morir de hambre. Reconoció que sí hay personas que lo ayudan de esa manera, aunque en ocasiones hay quienes lo tratan de mala manera, negándole aún algunas monedas. Confió en que los funcionarios del DIF cumplirán su promesa de entregar en el mes de diciembre los pagos de dos trimestres juntos, pues señaló que seis meses son muy difíciles de soportar para las personas de la tercera edad, sobre todo para aquellas quienes no cuentan con familiares ni nadie más que les ayude a subsistir.
