*En el Valle de Tuxpango
*Pretenden utilizarlas para el proyecto hidroeléctrico El Naranjal
Verónica Carbajal García
Ixtaczoquitlán
La Procuraduría Agraria presiona a los ejidatarios del valle de Tuxpango para que acepten la venta de sus tierras, de forma que se pueda concretar el proyecto hidroeléctrico El Naranjal; incluso llegan al hostigamiento de las familias, a las que más que comprar, parece que quieren despojar.
El líder de la Unión de Ejidatarios y Comuneros del Valle de Tuxpango (Uecvt), Adolfo Tlaxcala, indicó que hay integrantes de la organización, que han denunciado las acciones de hostigamiento que al parecer tienen la aprobación de los tres niveles de Gobierno, interesados en que ese proyecto salga de cualquier forma.
Ante esta situación, la Unión emitió un comunicado dirigido a las organizaciones populares, y en general a los habitantes, para que se solidaricen en el problema que acontece en los ejidos, donde se pretende despojar, mediante presiones de venta, y a través del desplazamiento forzado de la población.
Indicó que todo indica que hay una pretensión de ese tipo de empresas, de abolir el régimen ejidal y quedarse con los bienes comunales del país, para así poder llevar a cabo sus proyectos, como es el caso de la hidroeléctrica El Naranjal.
Y es que aseguró que las propias instituciones agrarias estarían apoyando a los empresarios en sus intenciones, pues tal parece que se está obligando a los ejidatarios y particulares a dejar sus tierras.
“Como organización independiente y organizados, en el ejido Zapoapan estamos resistiendo en pie de lucha para la defensa de la tierra, recursos naturales, el régimen ejidal y bienes comunales, la defensa de nuestros derechos humanos y constitucionales, de forma organizada e independiente”, explicó.
Apuntó que la Procuraduría Agraria tiene intención de privatizar la tierra, y acabar con el régimen ejidal y comunal, y para ello cuenta con la complicidad de los comisariados ejidales en turno y pasados.
A través del Fondo de Apoyo para Núcleos Agrarios sin Regularizar (Fanar), se pretende imponer las políticas y leyes neoliberales a los campesinos pobres, pero sobre todo a los que se organizan, producen y administran la tierra y sus recursos naturales bajo el régimen de bienes comunales y ejidal, según precisa.
El problema lo viven actualmente en las comunidades de Nexca, Fresnal, Santa Rosa y en el mismo ejido de Zapoapan. Y asegura que hay acciones irregulares para agilizar la expropiación, o para obligar a la venta de terrenos ejidales que interesan en el proyecto hidroeléctrico.
Y es que descubrieron que de manera oculta y bajo actos de corrupción, algunos de los ejidatarios fueron inscritos a ese programa, sin su consentimiento, violando reglamentos y derechos, “con todo ello, se violan las garantías individuales y el único patrimonio familiar, al comercializar nuestras tierras al mejor postor”.
Todo eso trae confusiones incluso entre la propia familia, con la comunidad y los ejidos; todo para lograr que pase a ser propiedad privada, y los empresarios puedan quedarse con los terrenos que le hacen falta a su proyecto.
