18 de Octubre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Mtz.- Muy complicado realizar el pago de impuestos

* A pesar de que se busca reducir la evasión, el comercio informal continuará en el limbo fiscal

Facundo Bartolo Salazar

Martínez de la Torre, Ver.- El problema con la Reforma Fiscal implementada por el gobierno federal no es tanto el pago de impuestos, lo cual de todas maneras ha sido cumplido por los contribuyentes cautivos, sino la complicada forma que ello implica para hacer las declaraciones, indicó Manuel Márquez Contreras, presidente de la Unión Autónoma de Comerciantes del Mercado Municipal. Comentó que en el marco de dicha reforma se busca que cada compra o venta sea estrictamente registrada ante Hacienda, situación a la que no están acostumbrados la mayoría de los contribuyentes.

Reconoció que se trata entonces de un esfuerzo para combatir la evasión fiscal, no obstante, insistió en que resulta muy complicado, sobre todo para los pequeños contribuyentes llevar a cabo sus declaraciones. Es por ello que consideró más conveniente el sistema anterior en el que sobre la base de sus entradas y salidas, los comerciantes en su caso simplemente consultaban una tabla de valores que proporcionaba Hacienda, la cual permitía calcular el impuesto a pagar rápida y cómodamente al banco.

Márquez Contreras no descartó la posibilidad de que la reforma reduzca la informalidad, pues ya no se podrá comprar mercancía a quienes no den facturas, sabiendo que de esa manera el comprador no tendrá forma de realizar sus deducciones. Sin embargo, lamentó que las autoridades hacendarias estén acosando a los mismos contribuyentes de siempre, sin implementar realmente un sistema que permita captar más impuestos, especialmente de los comerciantes informales quienes siempre buscarán por todos los medios la evasión.

Indicó que de momento lo único positivo de la reforma hacendaria es que no se pagarán impuestos durante el primer año, pero argumentó que ello no reporta ningún beneficio a los contribuyentes ya cautivos, mismos que siempre han pagado impuestos, con la diferencia de que ahora tendrán más complicaciones para ello, cual si los pequeños comercios fuesen grandes empresas en las que sí vale la pena llevar a cabo controles y trámites tan engorrosos.