Elizabeth Aviña/Coatzacoalcos, Ver.- A pesar de que actualmente autoridades mexicanas le han dado la espalda a los migrantes centroamericanos y quieren evitar su ingreso al país a como dé lugar, el obispo de la Diócesis de Coatzacoalcos, Rutilo Muñoz Zamora, pidió a la feligresía tener compasión de ellos y darles lo necesario para que su paso por el sur de Veracruz sea más humano.
A la vez invitó a los viajeros a comportarse a la altura, y evitar enviciarse con la delincuencia que existe en la ciudad y entidad, para no ser etiquetados por la sociedad.
En el marco de la finalización de la Visita Pastoral en la Diócesis, el obispo acudió a la capilla San Judas Tadeo de la colonia Coatzacoalcos, para escuchar a la feligresía, pero sobre todo para pasar un tiempo junto a los migrantes que se alojan frente a esta casa de Dios.
“El fenómeno de la migración es difícil de atender, sobre todo porque en esta ruta pasan por muchas dificultades, por eso quienes forman parte de la pastoral social en esta capilla deben seguir siendo perseverantes, constantes y no desanimarse, aún con la fuerza que puedan tener los grupos delictivos en este lugar”, abundó.
Aunque aceptó que en la zona impera mucho la violencia y la corrupción, detalló que la feligresía y la sociedad en general no deben dejar de dar acompañamiento a los migrantes, y poner en práctica siempre la parábola del “Buen Samaritano”.
Mucho menos dejar de dar ayuda al hermano golpeado, sobre todo porque en ese sector vive mucha gente en la marginación, con pocas oportunidades de trabajo y pobreza.
“No hay que dejar de poner en práctica la caridad, tenemos que ver al migrante como un hermano por ser hijo de Dios, por su parte ellos tienen que dar testimonio y no dejarse doblegar por la delincuencia, esto hará un buen ambiente en sus recorrido y hará que la gente no pierda la confianza en ellos, porque siempre habrá algunos que fallan, pero no significa que todos sean iguales”, puntualizó.
Muñoz Zamora confirmó que la iglesia siempre apoyará a los migrantes pesé a las políticas impuestas por las autoridades, y dijo: “No hay que tratarlos como personas no gratas porque eso no va con nuestra fe, recordemos que también hay mexicanos sufren igual en las fronteras”.
