Juan David Castilla
Un grupo de artesanos del Callejón del Diamante de esta ciudad de Xalapa denunció un intento de desalojo durante este miércoles 4 de septiembre por parte de un particular.
Claudia Lizeth Bautista Torres, una artesana de dicho lugar, indicó que lucha
por su espacio en sitio mencionado, donde enfrenta obstáculos para vender sus productos hechos a mano y mantener su sustento familiar, resistiendo a las amenazas de desalojos y conflictos con otros vendedores establecidos.
La entrevistada señaló al propietario de un negocio establecido de haber intentado constantemente impedir la actividad comercial de los artesanos, quienes venden collares, aretes, pulseras y otros artículos que ellos elaboran.
“La verdad es que sí estamos un poco angustiados porque, al final de cuentas, este siempre ha sido nuestro modo de sustento. De aquí vivimos familias. Todos tenemos, la mayoría somos padres de familia. Nuestros hijos viven y estudian de esta parte. Entonces, pues, sí estamos más que nada preocupados”.
Los artesanos independientes pidieron que sean respetados los espacios que han utilizado durante años para ofertar su mercancía a los turistas.
“Siempre hay temor porque al final de cuentas hay personas que siempre van a buscar intimidarnos. Siempre, siempre de alguna u otra manera buscan estrategias para intimidarnos. Pero realmente estamos en lucha y estamos conscientes de que esto es así. Estamos en lucha, no nos domamos a la gente, no nos vamos a dejar y vamos a defender estos espacios porque al final de cuentas es lo que nos caracteriza”, añadió Claudia.
El Callejón del Diamante se localiza entre las calles Juan de la Luz Enríquez y Benito Juárez, a menos de una cuadra de Palacio de Gobierno y la Catedral de Xalapa.
Se trata de un lugar emblemático en la capital veracruzana, donde también hay restaurantes y cafeterías, que reciben a los turistas.
“Yo creo que hay artesanos que tienen hasta 25 años aquí, pero de manera en que nosotros luchamos y nos ganamos este espacio, se podría decir que tiene 14 años. Desde que el municipio reconoció que éramos parte del callejón, nos respetó los espacios y desde ese momento, pues, hemos estado trabajando en paz desde hace 14 años”, remató la afectada.