Juan Carlos Jiménez Benavídez
Tlapacoyan, Ver.- Paso a paso ha recorrido 111 ciudades de la república mexicana con una sola consigna: tratar de concientizar a la población de que no tire basura y de que mantenga limpias sus calles.
Hace casi 6 años don Tomás Ortiz González, un nonagenario, salió de su natal Puebla para iniciar su trayecto por todo el país con un solo fin, el poder ver a su país como hace varios años atrás, todo limpio y sin basura en las calles.
Llevando una pancarta para enseñarles a los habitantes de las ciudades que visita, que ensuciar el lugar donde viven es sumamente perjudicial para todos.
“Yo ando con mi pancarta pidiéndole a la gente que no tire basura en la calle, que con ello bastará para que no sólo nuestra calle, nuestra colonia, nuestra ciudad, sino nuestro país esté limpio como hace varios años atrás”.
En Puebla, Tomás Ortiz, aseguró tener un total de 11 hijos, nietos y bisnietos, de los que ya perdió la cuenta de cuántos son. En su búsqueda por cumplir con su misión y quienes no le cuestionan sus acciones, al contrario se siente apoyado.
“¿Qué le dejamos a nuestros niños y niñas? Hagamos algo, siempre será poco, para que nuestro país sea como antes, México limpio”, dice en un lado de la pancarta que lo ha acompañado en sus innumerables viajes.
Viaja solo y con unos pocos pesos en la bolsa que le sirven para alojarse en hoteles baratos, y para comprar su comida en los lugares en dónde ha pasado los últimos seis años de su vida y esperando el apoyo de la población para seguir su peregrinar por todo el país.
Señaló que Inició su travesía en las capitales de los estados, las que ya visitó, y ahora por los municipios más importantes de México, tomando en cuenta a Tlapacoyan y Martínez de la Torre de la zona centro-norte del estado de Veracruz. “Me da tristeza y me duele decirlo, pero a la gente no le interesa ver al país limpio, hay gente que es limpia, porque la hay, pero creo que a nadie le interesa ver al país limpio”.
Don Tomás Ortiz, dijo que estuvo enrolado en el ejército mexicano durante la Segunda Guerra Mundial, muestra su pancarta a la gente que pasa a su lado, pero la indiferencia es la respuesta que recibe.
