EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Recientemente, Neymar Júnior tomó la decisión de poner fin a su trayectoria en el viejo continente al fichar por el Al-Hilal de Arabia Saudita.
El habilidoso futbolista brasileño abandonó al Paris Saint-Germain luego de seis temporadas, donde anotó 118 goles y concedió 77 asistencias en 173 partidos.
El canterano del Santos se convirtió en el cuarto máximo goleador en la historia del conjunto parisino por detrás de Zlatan Ibrahimovi?, Edinson Cavani y Kylian Mbappé.
Sin embargo, su etapa con la camiseta del PSG la vivió con mucha turbulencia. Desde su llegada, la exigencia fue al máximo por los más de 220 millones de euros que la directiva francesa desembolsó por su traspaso.
El arribo de Lionel Messi, excompañero en el Barcelona y amigo fuera del terreno de juego, a la capital de París indicaba que el capitán de la Selección de Brasil podría volver a disfrutar del juego.
Pero la realidad es que las cosas no cambiaron. Tras su salida de la escuadra, que ahora es dirigida por Luis Enrique, el atacante reconoció que él y "La Pulga" no gozaron de su reencuentro.
"Me sentí muy feliz por el año que tuvo, pero a la vez muy triste, porque vivió las dos caras de la moneda: se fue al cielo con la Selección Argentina, lo ganó todo en los últimos años y con París vivió el infierno. Tanto él como yo vivimos un infierno".
